Las últimas semanas y meses se ha vuelto a activar el debate por los requisitos en la admisión de carreras de pedagogía para el proceso 2025. Esto ha conllevado opiniones cruzadas entre políticos, académicos/as y autoridades de distintas universidades.
Más allá de los requisitos académicos, puntajes de pruebas o percentiles a los que los candidatos a docentes podrían responder o debería adscribir, ¿de dónde emerge la problemática del déficit docente? ¿Por qué los jóvenes no quieren estudiar pedagogía o no se sienten atraídos a ello? Esto resulta importante de despejar, dado que si bien, se puede o no estar de acuerdo con la fijación de requisitos para estudiar pedagogía, lo claro es que ninguno de estos requisitos responde al fondo del asunto.
En uno de los libros clásicos del pedagogo brasileño Paulo Freire titulado "Cartas a quien pretende enseñar" hay un texto que se denomina "Vine a hacer el curso de magisterio porque no tuve otra posibilidad", donde Freire expone varias cuestiones que, a pesar de estar dichas y pensadas décadas atrás, hoy siguen teniendo vigencia y sentido. Los profesores ayudamos o perjudicamos a nuestros estudiantes en sus trayectorias vitales, estamos conectados con ellos en sus procesos de vida y conocimientos, por ende, aportamos en su éxito o en su incompetencia. Además de esto, Freire destaca temas como la pugna por el salario y la relevancia de la lucha por el reconocimiento y el respeto a la profesión docente, estos asuntos hacen que el pedagogo explicite: "No puedo formarme para la docencia sólo porque no hubo otra oportunidad para mí".
En esta línea, ¿por qué la discusión sobre el déficit de profesores solo se ha centrado en los requisitos formales para acceder a la carrera? ¿Cuándo será el tiempo de poner esfuerzo y voluntad política para el reconocimiento social de los profesores? Por cierto, esto último debería incluir: salarios dignos (acorde al costo de la vida actual), modificaciones a la evaluación y carrera docente (según evidencia científica), amplitud de mecanismos para ser profesor/a, seguir avanzando en la mejora de las condiciones contractuales, mejorar las condiciones de clima y violencia que viven los docentes hoy en sus contextos laborales y tener más apoyo en la integración de profesores nóveles en el sistema.
Todas estas ideas de una u otra manera han sido relevadas durante años por investigadores/as del área educativa y las ciencias sociales. Por lo tanto, en palabras de Freire vale la pena "saber si las maestras son importantes o no. Si sus salarios son o no son insuficientes. Si su tarea es o no es indispensable" antes de pensar en la solución a la problemática de fondo.
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