09ABR2025

Sobre las violencias escolares (otra vez)

En las últimas semanas, ciertas situaciones de violencia en el contexto escolar han sido protagonistas de múltiples titulares. Desde agresiones entre estudiantes hasta ataques a docentes, el problema parece ser un callejón sin salida. Además, variados informes e investigaciones recientes declaran la escalada de denuncias por violencia en el contexto escolar, en particular en los últimos 5 años.

En el marco de mi tesis doctoral, fui a preguntarles a profesores noveles de Chile y Argentina sobre el fenómeno de las violencias escolares, qué cosas observan, de dónde creen que emerge, las experiencias que han tenido sobre ello en sus escuelas y liceos, y también cómo sus casas de estudio los formaron para hacer frente a estas situaciones. En esta línea, lo primero que queda claro es que las acciones de violencia no pueden explicarse desde una sola dimensión.

La emergencia de las violencias en el último tiempo según los docentes noveles de ambos países se despliega por asuntos estructurales, tales como la vulneración de derechos, la desventaja económica, social y cultural de distintos grupos y el rol del Estado en ello. A esto se agregan los espacios de socialización primaria como lo es la familia, ¿cuáles son las conductas y tratos que allí se aprenden y reproducen? Un último factor de emergencia, es según los colegas la pérdida de la autoridad pedagógica, cuestión que coincide con mucha investigación del ámbito de la sociología de la educación, en donde la figura del/la docente ya no detenta el poder ni la autoridad por una cuestión automática de su figura, tampoco por su carisma, simpatía o autoritarismo, esto sin duda descoloca al grueso de los/las docentes noveles que no poseen herramientas para la construcción de una autoridad dentro del complejo contexto actual.

Otro elementos de las conversaciones fueron las distintas formas de violencia que ellos/as han observado en sus respectivos contextos escolares, en donde aparece con fuerza no solo la violencia física de acción directa (entre distintos actores, adultos, jóvenes, niños/as), sino que también la violencia sobre el control de los cuerpos, las violencias de género con énfasis en cuestiones que se relacionan con las identidades sexuales, violencias en redes sociales y ciberacoso.

Toda esta diversidad de formas da cuenta de la complejidad de las formas de violencias, y además, de la responsabilidad de todos los actores en las instituciones educativas. En este sentido, los/as docentes reconocen que todo este abanico no sólo se ejerce desde los estudiantes a los docentes, sino que en muchos casos estas acciones se dan desde el/la docente hacia sus alumnos, muchas veces desplegándose de una manera más simbólica e invisible.

Finalmente, en este entramado dinámico y complejo, ¿qué se hace con las violencias en las escuelas y liceos? los/as docentes son sinceros: a pesar de los discursos democráticos impera -aún- el ánimo y la acción punitiva, el castigo, la suspensión. No hay una preocupación real por abrir la participación genuina de los actores educativos y eso por lo general se acompaña por una postura adultocéntrica que solo instala estrategias desde ese marco. Estos/as profesores noveles declaran que la apertura al diálogo y a la escucha entre actores es el principal obstáculo para dar el primer paso. En esta línea ¿con qué herramientas y estrategias cuentan nuestros docentes? En el caso de los colegas de Chile el panorama es más dramático, son enfáticos en declarar que la preocupación de sus casas de estudios es el manejo y dominio disciplinar, la gestión pedagógica del curriculum nacional y no cuentan con conocimiento sociológico para analizar la realidad de sus escuelas críticamente, tampoco con estrategias de manejo de conflictividades ni un corpus de herramientas para el trabajo con apoderados y familias (donde también ha habido múltiples actos de violencias), elementos que sin duda son fundamentales para avanzar en esta encrucijada.

La formación inicial de profesores debe mirar estos fenómenos, y hacerse cargo dentro de lo que se pueda en sus espacios formativos, sobre todo pensando en la problemática de fuga de profesores, así como también en el desinterés que existe por los jóvenes de acercarse a estudiar programas de pedagogía.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado