Responsabilidad y mascotas

Fabiola Quiroga Villagra

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Lola es el nombre de la gata de Simón, él tiene 9 años y ella 4 vueltas de calendario. Cuando él llega del colegio, Lola lo espera en el balcón ansiosa de que cruce la puerta de entrada y pueda ir corriendo a sus pies, para recibirlo con tanto afecto que solo puede contener la caricia transparente de la honestidad del querer, en la funcionalidad sonante y constante del ecosistema del amor, sin hacerlo colapsar claro está, como el puente de los candados de París que está lleno de amor figurado en cerraduras, que se podría derrumbar por el peso de la pasión eterna.

Conocido es que las mascotas ayudan a mejorar la salud del corazón, aumentar habilidades sociales y emocionales, además de reducir la depresión y la ansiedad. La bienquerencia hacia una mascota ayuda hasta la mejora de la autoestima; ya que son capaces de crear un efecto positivo en el desarrollo de los niños y niñas, lo que contribuye en adultos más respetuosos con el entorno, el medio ambiente, el hábitat y la biosfera, es decir; en la interacción con los seres vivos, la holocenosis y biocenosis, la convivencia armoniosa en el mundo, el cosmos de la creación.

Las mascotas son parte de muchos miles de hogares repartidos por todos los continentes, en casas de todos los países, en todos los idiomas, en todos los climas, en todos los tiempos, nos encontramos con perros, gatos, tortugas, cuyes, conejos... un sinfín de caricias, afectos y protección.

En el caso de los gatos, por ejemplo, son felinos capaces de saltar hasta cinco veces su propia altura, sudan a través de las almohadillas de sus patas (al igual que los perros) y en el antiguo Egipto cuando el gato de la casa fallecía los habitantes del hogar se depilaban las cejas como muestra del dolor de la pérdida, en la mayoría de las veces las hembras son diestras y los machos suelen ser zurdos, pasan el 70% de su vida durmiendo y el gato más longevo vivió 34 años.

Por otra parte; estamos al tanto que los perros nacen ciegos y sordos, sin embargo, su nariz puede llegar a tener hasta 300 millones de receptores olfativos, escuchan hasta cuatro veces más que un humano y hay cientos de relatos y películas filmadas en torno a su lealtad, fidelidad y nobleza.

En el 2017 fue creada la "Ley Cholito", en búsqueda de la tenencia responsable de mascotas, que debemos relacionar con el compromiso a querer bien, al cuidado del otro, a procurar lo necesario para su sana, favorable, y amable existencia, no obstante, durante el 2023 aumentaron a 2.383 las denuncias por abandono o maltrato animal, una negativa cifra. Debemos acordar, concordar y pactar la mejor custodia para nuestros animales.

No olvidemos que tener mascotas es un compromiso, la responsabilidad del afecto, sin ir más lejos, perros y gatos son capaces de detectar los sentimientos de las personas cercanas y hasta echan de menos, por otra parte, en el mundo silvestre, los pingüinos pueden morir de amor y al igual que los cisnes, los hipocampos y las orcas hacen un compromiso de por vida con sus parejas.

Simón abraza a su gata Lola y sus latidos cardiacos parecieran sincronizar por ratos, ya que cuando hay cuidados el amor se hace eterno y hasta sinfónico.