El foco de la discusión y revuelo que ha generado las libertades condicionales, nos parece que no apuntan a lo esencial. El tema que deberíamos centrarnos no es si salen o no salen de la cárcel, para nosotros eso es obsoleto, la cuestión esencial radica en ¿cómo abordamos la problemática delictual?, o dicho de otra forma, de qué manera hacemos posible que un sujeto pase de la exclusión a la inclusión social.
Han pasado más de 50 años de la indiferencia política y social respecto a quienes cometen delito considerando casi demagógicamente que todo se soluciona, alargando penas, construyendo cárceles y/o castigando.
Muy pocos se detienen a pensar que quienes son sometidos a penas corporales, tarde o temprano van a salir y el circuito de delincuencia vuelve a darse una y otra vez.
Si a lo anterior le agregamos el hacinamiento inhumano que se vive al interior de algunos centros penales y como consecuencia de ello el maltrato físico y psicológico, la casi nula atención médica, la violencia, las agresiones, la violación sistemática a los derechos fundamentales de la gente, hacen de todo esto un futuro muy incierto e inseguro para la comunidad.
Ante la realidad que hoy nos apremia, a saber, las libertades condicionales favorables a 1.800 reos, en lugar de seguir lamentándonos sobre lo mismo, nuestra propuesta es trabajar en conjunto, tanto como con el ministerio de Justicia y con Gendarmería, para potenciar las capacitaciones e inserciones laborales con las distintas empresas de manera que así como la Fundación Paternitas y otras lo hacen con experticia y éxito, se pueda atender a toda la población próxima a recibir beneficios carcelarios y sobre todo acoger, acompañar y potenciar la inserción gradual de quienes salen en libertad. Esto debe ser siempre desarrollado con el núcleo familiar ya que es ahí desde donde comienza el problema y desde allí se ha de solucionar.
Por otra parte y en relación a las opiniones emitidas por Gendarmería, en cuanto a los que podrían acogerse a este beneficio de los que no, no es vinculante, por lo tanto las Cortes de Apelaciones de manera autónoma se acogieron a derecho y decidieron liberar de acuerdo a la norma y a los cuatro requisitos alcanzados por cada uno de ellos, siendo estos, mitad de condena cumplida, asistencia a la escuela, conducta intachable y haber participado en algún curso de capacitación.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado