Durante nuestro recorrido por todas las regiones de Chile ha habido un tema que se ha repetido en la gran mayoría de los agricultores con los que hemos conversado. En Arica, pero también en Punta Arenas y Los Lagos. El agua, elemento fundamental para la agricultura y los productos del campo.
El déficit hídrico, la sequía y el cambio climático que estamos viviendo como país y que, estamos seguros, llegó para quedarse, no ha dejado indiferente al Gobierno del presidente Sebastián Piñera ni, en particular, a nuestro Ministerio durante el último año y menos en la celebración del Día Mundial del Agua de este año.
Por eso, hemos querido dar un fuerte impulso a la Comisión Nacional de Riego (CNR) a través de un avance de 10% en su presupuesto, llegando hasta los $67 mil millones para bonificar obras de riego y drenaje, que apoyan directamente la tecnificación y la distribución eficiente del agua, para que aprovechemos cada litro.
Uno de los puntos en los que nos hemos enfocado es en aquellas prácticas que buscan hacer un mejor y más eficiente uso de nuestras fuentes de aguas subterráneas. Hemos bonificado por primera vez en Chile obras de telemetría en pozos, para que las comunidades de aguas subterráneas puedan ejercer el rol de administración y control que les corresponde.
En este mismo sentido, abrimos por primera vez concursos de bonificación de obras de recarga de acuíferos, fomentando una nueva forma de acumulación y cuidado del agua, almacenándola en forma subterránea.
Esta es una de las alternativas para complementar a los grandes embalses, de los que, en el Consejo de Ministros de la CNR, en el que participan, además de Agricultura, los ministerios de Obras Públicas, Economía y Desarrollo Social, hemos priorizado el avance en 26 de ellos.
En el primer gobierno del Presidente Piñera aprobamos en el Congreso Nacional una modificación a la Ley de Riego que, entre otras cosas, aumentó el monto máximo de las obras a concursar, para hacernos cargo del vacío existente entre los embalses, que son proyectos muy necesarios pero complejos y de lenta ejecución, y los tranques prediales.
Ahora hemos puesto en marcha un concurso para bonificar proyectos de acumulación de agua hasta 1,5 millones de m3, dándole sentido a la modificación legal que impulsamos previamente. Queremos hacer efectivo el aumento de financiamiento de obras de riego de hasta 250.000 UF.
Creemos de gran relevancia que los agricultores tengan la confianza de que, siguiendo el mandato del presidente de la República, en el ministerio de Agricultura estamos trabajando estrechamente con Obras Públicas para avanzar en grandes obras de riego, cuya finalidad es aumentar y asegurar la disponibilidad del recurso hídrico en las distintas zonas en que esto se requiere.
También, estamos seguros de que es necesario fortalecer a las Organizaciones de Usuarios de Aguas para que estas mantengan el rol que les otorga la ley en la gestión y administración de las aguas. Estas instituciones son las primeras que comprenden los desafíos que enfrenta el nuevo escenario climático. En este aspecto, estamos estableciendo líneas de trabajo con la Dirección General de Aguas (DGA) y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP).
Estamos convencidos de que la situación del agua en Chile es un desafío país, es un desafío que no tiene color político. Tenemos que posicionar a la agricultura chilena como un tema transversal, donde todos trabajemos en la misma línea para tener una agricultura más grande, más pujante, más rentable, más humana y más sustentable.
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