Con la celebración de sus sesenta años el Colegio de Periodistas hizo una gran entrada a la Tercera Edad. Lleno de nuevas energías bajo la conducción de Javiera Olivares, primera mujer elegida en el cargo, ya no sólo se ocupa del mejor desempeño y bienestar de los periodistas. Su tarea mayor ahora es la democratización de las Comunicaciones, una lucha con avances y retrocesos en distintos países de América Latina - único continente que la ha emprendido- y que el nuestro necesita a gritos.
El Seminario Internacional con que festejamos este aniversario contó con expositores internacionales de primera para abordar los temas claves en la batalla contra la concentración de medios y por un sistema plural abierto a todas las voces.
Entre ellos sobresalió la participación mediante video-conferencia del super héroe de hoy en la lucha por la libre expresión: el australiano Julian Assange, director del medio digital Wikileaks.Con él pudimos dialogar por 40 minutos desde su prisión de asilado en la Embajada de Ecuador en Londres y que muchos pudimos seguir vía streaming.
Hace cuatro años que está allí impedido de salir, si lo hiciera, lo detendrían acusado de “abuso sexual”, pretexto con que las grandes potencias disfrazan un castigo por difundir verdades odiosas, como las torturas del ejército norteamericano a sus prisioneros en Abu Grahib, Irak. Y pese al sobreseimiento que ya recibió de Naciones Unidas, sigue pagando caro por difundir información ya comprobada como verdadera.
Un Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU estudió el caso y en febrero absolvió a Assange. Si el fallo le era favorable, de inmediato debían devolverle su pasaporte para salir libremente de la Embajada de Ecuador. Pero este fallo no es vinculante, es decir, no hay obligación de acatarlo por los Estados asociados. Y ahí sigue en su prisión dorada, desde donde - progresos tecnológicos mediante - conversó con nosotros el martes 12 de julio como panelista del Seminario “Libertad de Expresión y Medios Plurales para las Democracias del Mundo”.
Assange no es un periodista propiamente tal. El prefiere describirse como “activista por un mundo de información libre”, aquel donde crímenes y delitos de gobernantes puedan circular sin mordaza. En su exposición en el evento del GAM se manifestó partidario total del periodismo de investigación, aquél que pone en jaque al poder, lo que no es función exclusiva de periodistas profesionales.
Expresó que los grandes poderes “buscan mantener todo complejo y bajo un velo” y cuando esas verdades se descubren y publican “son difíciles de entender y requieren de un conocimiento político”. En su meta de buscar la verdad en la era de la revolución de las Comunicaciones que hoy vivimos, mencionó un necesario paso por etapas previas, como la conciencia de clases promovida por Marx en siglos pasados y antes aún, por la revelación de Jesús de que sólo la verdad nos hará libres.
Furioso opositor al espionaje de los ciudadanos por las grandes potencias, precisó que, el 81 % de la información pasa por los gigantes informáticos Google y Facebook, los cuales tienen modos atractivos de sustraer información de sus millones de usuarios: YouTube y el mismo Facebook. Información que ponen a disposición del uso discrecional de los gobiernos hegemónicos.Como ejemplo contó que el grupo Sony pidió a Google proscribir de Internet “nuestro descubrimiento (en Wikileaks) de cómo los medios intervinieron recientemente en el proceso electoral independentista de Escocia”.
Pronosticó que este “capitalismo de la vigilancia” (o espionaje masivo) va a continuar y que para defendernos de eso y otros perjuicios, es necesario que los periodistas estemos dispuestos “a levantar el velo”con que esas potencias ocultan sus malos actos y para lograrlo debiéramos especializarnos en el conocimiento y manejo de complicadas técnicas e infraestructuras.
Joseph Farrell, miembro de Wikileaks y su embajador en el Seminario, lo precisó: hay que aprender a manejar los mensajes cifrados y “aunque esto requiere mucho trabajo, todos deberíamos manejar la encriptación”.Un “periodismo hacker”, aclaró en el mismo panel el comunicólogo colombiano Omar Rincón, aludiendo a los comienzos de Assange.
La Mesa Directiva del Colegio de Periodistas acordó unirse a la campaña mundial que hoy promueve la libertad de Julian Assange, un mártir de la libertad de expresión en el mundo. Como explicó su embajador Farrell, “él peleó por nuestros derechos y por eso nosotros debemos luchar por él. ¡Libertad para Julian Assange!”
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