La Bancada DC le dice NO a #AdmisiónJusta

El cómo votamos el proyecto que estamos debatiendo hoy habla de la visión de sociedad que tenemos y queremos construir para nuestro país; una sociedad integradora, con igualdad de oportunidades. 

Por justicia, por una sociedad que integra y avanza hacia mayores niveles de igualdad y equidad, es que votamos en contra de este proyecto. 

¿Qué es lo que buscamos defender y garantizar? Esa es la pregunta central que debemos hacernos hoy.

¿Están nuestros niños primero y por lo tanto queremos que todos ellos tengan las mismas oportunidades de surgir en la vida o discriminaremos a algunos de ellos en relación a lo que la vida, para bien o para mal , les entregó hasta el momento de postular a un colegio? 

Con motivo de este proyecto, y hay que decirlo, podemos observar, también, un verdadero catálogo de todo lo que no se debe hacer al momento de legislar cambios a una política pública:  utilizar el dolor de las familias para intentar sacar un provecho político, tergiversar y utilizar mañosamente las cifras para intentar influir en la población, desinformar, realizar giras por el país escuchando solo a los disconformes con el Sistema de Admisión Escolar y no al 84% de las familias cuyos hijos quedaron en alguna de sus primeras tres opciones al momento de hacer una postulación;  enviar correos sin autorización de los destinatarios, violando la ley de protección de datos privados para acusar a la Oposición de obstruccionista y, finalmente, denostar el trabajo de los expertos en materia educativa.  

El guión ya lo vivimos en el proyecto denominado “Aula Segura”, el que gracias al trabajo de la Oposición fue modificado para adecuarse a estándares básicos del debido proceso. 

El gobierno, a través de la confrontación y poca voluntad de diálogo está interesado más en los efectos políticos que en resolver problemas.

Sería deseable que la Señora Ministra de educación, más que entrar en una polémica permanente con la Oposición propusiera alternativas inclusivas, transparentes, más justas y comprensibles para el Sistema de Admisión Escolar.

En esta etapa, lo que más importa es la información, que las familias tengan las herramientas a mano para poder hacer una postulación de acuerdo a sus necesidades y anhelos para sus hijos e hijas, basta de populismo. 

Mérito e inclusión no tienen por qué contradecirse, de hecho en los liceos bicentenario y en los establecimientos declarados como de alta exigencia estas dos variables se entrelazan y conviven de buena manera; algo que no hace este proyecto, que busca retrotraer y ser una contra reforma a un tema ya zanjado en la discusión pública durante el gobierno de la presidenta Bachelet. 

Este proyecto claramente es parte de una agenda débil del actual gobierno en materia educacional, una agenda legislativa que ha estado marcada por hitos comunicacionales o con lo que van definiendo la encuesta del día, más que con una mirada de largo plazo como deben tener las políticas educacionales. 

El principal problema que queda al desnudo con el Sistema de Admisión Escolar, es la falta de oferta pública. Hasta el día de hoy no vemos ninguna iniciativa del gobierno para poder reconocer y avanzar en un plan de infraestructura pública que logre resolver los problemas de las familias.

Lo pedimos en el ámbito escolar y también lo exigiremos en la discusión de los proyectos sobre educación de la primera infancia, ese será nuestro propósito principal como bancada. La calidad de la educación. 

El gobierno ingresó este proyecto intentando permitir que los establecimientos de alta exigencia tengan sus propios procesos de admisión, que sean ellos quienes determinen quienes puedan o no ingresar a los colegios con buenos indicadores académicos.

Mientras los hijos del Presidente Piñera aprovechan prebendas que ningún otro hijo de un ciudadano podría obtener, como sentarse en la misma mesa a hablar de negocios con los más poderosos empresarios tecnológicos chinos, el gobierno nos quiere imponer maliciosamente el discurso del mérito. Con todo respeto, después de sus acciones públicas aquello no se sostiene ni es creíble. 

La bancada de la Democracia Cristiana tiene la convicción que debemos mantener en nuestro sistema educativo el principio de que son las familias las que tienen el derecho a elegir el establecimiento en el que estudien sus hijos, y que por ningún motivo volveremos a reponer que sea el establecimiento el que discrimine a nuestras niñas y niños.

Por justicia, por una sociedad que integra y avanza hacia mayores niveles de igualdad y equidad, es que votamos en contra de este proyecto.

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