La salud de la democracia

El Gobierno decidió de forma unilateral cambiar las fechas de las elecciones, las reales implicancias no fueron socializadas con los distintos representes de partidos, ni del Congreso Nacional. No se trata sólo de un asunto sanitario, así como tampoco de soluciones meramente económicas, el Gobierno sigue negándose a enfrentar la crisis de manera integral.

Al contrario, el espíritu de la actual mesa del Senado que buscamos instaurar junto a su presidenta, la senadora Yasna Provoste, es mejorar la acción mancomunada. Una de nuestras primeras acciones fue escuchar a los distintos actores en materia sanitaria, quienes coincidieron en lo que parece de Perogrullo, pero La Moneda no quiso atender: Es más seguro ir a votar que ir al mall, es más seguro ir a votar que usar el transporte público para ir a trabajar. Pero la mayoría de los chilenos está obligada a lo segundo.

Por ello exigimos coherencia del Gobierno en las decisiones. Para que tenga sentido sacrificar estos fundamentales procesos eleccionarios, tiene que haber un cambio sustancial que permita que la red de protección social se transforme en un ingreso mínimo garantizado, al menos para un 80% de la población más vulnerable. Eso es lo que acordamos con el Presidente Piñera y debiera implementarse.

Si hay que mejorar la situación sanitaria, las cuarentenas tienen que garantizar que los trabajadores puedan quedarse en su casa y para eso, las familias requieren un sustento seguro y con estos bonos anunciados no alcanza. La propuesta del Ejecutivo de trasladar un mes las elecciones no es más que una contradicción gigantesca y más de alguno debe estar sacando un cálculo electoral más chico que los bonos. Eso es lo que daña la democracia, además de declaraciones destempladas que acusaron un chantaje al exponer este punto, antes de allanar el camino para el consenso necesario.

Aplazar el proceso eleccionario va a generar un daño enorme a la salud de la democracia, a la participación ciudadana. Yo he sido claro, no estoy de acuerdo con esta postergación, se necesita llevar adelante definiciones de autoridades locales y no frenar el proceso constituyente. No nos podemos dar el lujo de frivolizar el mecanismo de la decisión de los ciudadanos con respecto a sus autoridades, pero el Gobierno no se responsabiliza de haber generado esta situación sanitaria que impide que las elecciones se desarrollen de la mejor forma posible. ¿La Moneda le preguntó al Tribunal Electoral cómo van a combinar los plazos? ¿cómo se va a resolver la incompatibilidad de autoridades que están en campaña? Y las regiones, para variar, postergadas en su representatividad.

No podemos abusar de un Estado de Excepción y dejar arrinconadas las opiniones de otros sectores de la sociedad. En otros países se han realizado elecciones bajo estas circunstancias y no ha habido mayores contagios, lo mismo durante el plebiscito pasado. Por eso se aprobó realizar esta elección en dos días, buscando formas que permitan evitar aglomeraciones. Nuevamente la improvisación.

Estamos en una situación crítica, con un alza de contagio récord y la mayoría del país en cuarentena. Hoy no sólo se está afectando la salud de la población y de la economía. Se está impidiendo un proceso eleccionario perjudicando la salud de la democracia. Entonces, por lo menos tratemos de tomar decisiones consensuadas y en beneficio de todos.

Porque la salud de las personas siempre debe ser una prioridad, así como la salud de la democracia es vital para la calidad de vida de las personas.

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