La urgencia de La Moneda

Jorge Pizarro

Ultimos publicados:

• Invitación con corta memoria
• Nuevos liderazgos
• Economía: el gran desafío presidencial

Se habla de una "polémica" luego de que el Presidente Piñera presentara urgencia de discusión inmediata a 27 proyectos de ley que se tramitan actualmente en el Congreso. Son 27 proyectos, muchos de ellos esenciales, como el que extiende y moderniza la subvención escolar preferencial, que el Ejecutivo busca sacar adelante en los 45 días que le quedan de administración, período en que es imposible tener una discusión seria, como se requiere.

Inusual actitud del Ejecutivo, que buscaremos aclarar. ¿Es un emplazamiento? ¿Una imposición de agenda? ¿Un último esfuerzo por descartar el síndrome del pato cojo? El hecho es que La Moneda busca que cada uno de estos proyectos -entre los que se cuentan la reforma constitucional que regula el estado de alerta para prevenir daños a infraestructura crítica; el que modifica la ley sobre Control de Armas, sancionando el porte e ingreso de armas en lugares de acceso público; y el que modifica el Código Penal para incluir el delito de incendio en lugares destinados al culto religioso- sea conocido , discutido y despachado por la respectiva Cámara en un plazo de seis días.

No parece algo muy realista ¿no?, hay que revisarlo, claro está. Porque al mismo tiempo el Gobierno sabe que debemos sacar adelante una serie de proyectos que están en la agenda, que son difíciles, que requieren de bastante debate. La polémica está en que a sabiendas de los efectos primarios que produce sacar al pizarrón al Poder Legislativo (estrategia a la que acostumbra recurrir) hace de ésta acción una maniobra de objetivo político comunicacional. Semanas antes del balotaje... eso es lo polémico.

Enhorabuena esta urgencia que en muchos casos se le pidió a este Ejecutivo, cuando en cuatro años vimos desidia en materias tan relevantes como profundos cambios en sistema provisional, por sólo dar un ejemplo. Y cuánto contraste con el escaso interés de avance en materias como dar solución a deudores de servicios básicos.

El punto es que este Gobierno muchas veces cree que poniendo discusión inmediata va a generar una señal que le puede entregar réditos, y lo único que hace es polarizar e impedir los acuerdos que signifiquen un avance y beneficien a los chilenos.

El Congreso está disponible para forjar condiciones de diálogo, para construir leyes y políticas públicas que tengan permanencia en el tiempo. Por ello, más que ahondar en esta torpe estrategia, el Senado debe revisar esta disposición de manera directa con el representante del Ejecutivo, eso es lo que corresponde.