Octubre, cuando recuperamos la democracia
El 5 de octubre de 1988 fuimos con miedo, con valor y con un lápiz a dejar atrás los años de dictadura que dividieron a nuestro país por casi dos décadas
Recuperar la paz interna y los derechos humanos que fueron violentados por las fuerzas militares y del orden, ha sido un largo proceso que aún no termina, debido a la Constitución del 80 que impide realizar los cambios que la sociedad actual de Chile requiere.
La corrupción que acecha continuamente en las esferas de poder, no puede y no debe confundirnos, ni debilitar nuestro compromiso político, social y cultural como ciudadanos y ciudadanas.
Conocemos el discurso tramposo de los que insultan a los políticos y a la política responsabilizándolos de todos los males que ocurren hoy.
Día a día vemos y escuchamos a moros y cristianos de todos los ámbitos productivos y no productivos que se convierten en jueces, opinólogos, investigadores públicos sin contar con el conocimiento, ni la debida verificación de las fuentes, ni la rigurosidad exigida para entregar con el debido respeto a quienes informan los contenidos adecuados.
Nos asombramos del enojo y la crispación que expresa la gente, cuando sistemáticamente y en el primer plano de las noticias vemos un solo lado de la medalla, ahí fallamos como sociedad, porque nos falta una parte fundamental, la mirada de los profesionales, técnicos y especialistas sobre los temas de interés.
Aunque la política no la hacen solamente los parlamentarios y los alcaldes, la hacen y la piensan los filósofos, los sociólogos, psicólogos sociales, comunicadores, participan también los dirigentes sociales, culturales, deportivos, representando diferentes voces y pensamientos. Los cargos de elección popular son importantes para el desarrollo de la política, representan las voces ciudadanas.
El 23 de Octubre, hay un llamado a reforzar y seguir profundizando la Democracia que costó sangre, sudor y lágrimas recuperar.
Con un lápiz vayamos a votar por las autoridades que queremos tener en nuestras comunas. El país se construye entre todos.
Si estás indignado, anula, pero ejerce tu derecho a voto. Ha costado demasiado para que no participes.
Infórmate, motívate y movilízate. ¡De ti depende!
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