George Soros es infaltable en la lista de millonarios de la revista Forbes con una fortuna estimada en más de 20.000 millones de euros. Dedicado al mercado de riesgos, es uno de los mayores inversores a nivel mundial que puso en jaque al banco de Inglaterra en 1992. Su capital es global en ese sentido.
En 2015, Soros destinó 570 millones de dólares a la ampliación de capital del Banco Santander pero también anunció su retiro del mundo de las financias para centrarse en la filantropía. Hace poco se comprometió a invertir 500 millones de dólares en iniciativas y fundaciones destinadas a la ayuda de refugiados y migrantes, todo a través de su fundación Open Society.
Soros es una figura controvertida en muchos aspectos. Para algunos, es un filántropo multimillonario que dona su dinero a causas nobles. Para otros, es simplemente un empresario “neoliberal”o un claro exponente de la minoría ultra rica, según Piketty. Incluso, un artículo reciente del ex espía ruso Daniel Estulin, plantea que Soros es parte de una estructura de poder mundial con influencia en todo el mundo.
Bajo la distinción anterior, ninguna organización que presume o se plantea superar el actual capitalismo, osaría aceptar el dinero “mal habido y sucio” de un multimillonario especulador que se ha hecho rico a costa del sistema. Sería una contradicción vital. Esa lógica está detrás de las críticas a la filantropía empresarial y las organizaciones de la sociedad civil que surgen a su amparo.
Como la actividad empresarial y la riqueza es demonizada a priori, sin importar la honestidad del empresario o si su riqueza ha sido honestamente generada, todas esas organizaciones ligadas a su filantropía solo serían un burdo lavado de imagen, o una forma de evitar los impuestos. Para aquellos que consideran el capitalismo un mal, nunca hay buenas intenciones detrás de la filantropía, sino simplemente manos oscuras y conspiraciones varias. Salvo que seas Revolución Democrática. Ahí el cuento cambia.
Digamos las cosas claramente, el problema de RD en relación a lo aportado por Open Society, la fundación del multimillonario financiero George Soros, no tiene relación con irregularidades o falta de probidad,ni tampoco con ilegalidades, sino que tiene relación con una falta de coherencia con su propio discurso en relación a lo que ellos definen como sistema neoliberal.
Como el hecho concreto es que recibieron aportes cuando eran movimiento, pocos, pero lo hicieron, la pregunta esencial entonces es ¿para Revolución Democrática, George Soros es un neoliberal especulador o un simple multimillonario filántropo buena gente?
Más importante aún ¿consideran el dinero de Soros como producto del sistema neoliberal que ellos consideran injusto o lo consideran como producto legítimo de la actividad capitalista? Y más importante aún ¿cómo hicieron la distinción entre el sucio dinero neoliberal que “se alimenta del capital global” y el limpio dinero de Soros?
Algunas personas que conozco, incluso amigos, que están ligadas a RD han intentado justificar el aporte diciendo que el dinero no es vinculante. Que el dinero no tiene que ver son Soros o que el aporte no es directo de parte de él sino a través de una fundación que apoya la democracia.
Ninguno parece ver la contradicción con su discurso anti neoliberal al“blanquear” el dinero recibido de parte de Soros. Es decir, y esa es su contradicción vital, parece no importarles si el dinero recibido se ha originado gracias a lo que ellos mismos critican, de“manera neoliberal” según sus propias categorías de análisis, gracias a la especulación financiera en el mercado global.
Porque si en tus definiciones ideológicas dices que quieres superar la acumulación de capital en unos pocos porque la consideras injusta, no puedes luego recibir dinero de uno de los millonarios de Forbes como si nada.O sea, en la jerga anti capitalista, no puedes recibir aportes de alguien que se queda con la plusvalía de los trabajadores gracias al sistema que cuestionas. En una de esas, como movimiento RD no tenía claro eso o al estilo de Pancho Vidal, simplemente cerraron los ojos frente al cheque.
El problema es que muchos de estos profetas de la revolución exigen la pureza del dinero al resto que recibe donaciones voluntarias para distintas causas, pero para ellos aplican un criterio distinto.Se llenan la boca contra el capitalismo en tanto sistema, cuestionan a quienes reciben ciertos financiamientos por recibir dinero “neoliberal”, pero no tienen problemas en recibir dineros originados en ese sistema.
Claro, para ellos, si el empresario dona a otras causas, es simplemente un evasor de impuestos, pero si apoya con su dinero a sus causas, es un filántropo, un capitalista con conciencia.
George Soros ya no se estaría jodiendo a la masa trabajadora de un país desarrollado aprovechando las exenciones tributarias, sino que estaría apoyando a la causa “anti neoliberal” al financiar a las élites burguesas de ciertos países en desarrollo, como por ejemplo la de un partido chileno emergente como Revolución Democrática.
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