Una Reforma Tributaria que tenga sentido para Chile

No me siento aludida por la acusación de su gobierno de ser obstruccionista.  En materia tributaria he sido tremendamente clara, precisa y concreta cuando señalé que esta debía ser una reforma con sentido y establecí siete condiciones básicas, para aprobar la idea de legislar de la Reforma Tributaria en el Senado, por ello ministro, lo invito a dialogar. 

Una reforma tributaria con sentido parte de la premisa que “el que más tiene debe pagar más”, y que esta debe ir acompañada por políticas públicas que impliquen justicia redistributiva y dignidad para todos y todas.

Quienes más tenemos, debemos hacer un mayor esfuerzo tributario ya que no es lógico, que cuando vamos a comprar el pan o la leche, quienes ganan el sueldo mínimo paguen un 19% de impuesto, al igual que un alto directivo, público o privado, que tiene un sueldo que supera a ese otro trabajador en 10, 15, 20 o 30 veces su ingreso…

Y eso solo lo podemos corregir con impuestos específicos y personales. 

Lo anterior, pues no podemos seguir desvirtuando o gravando con la misma carga tributaria o impositiva, a los que menos tienen.

Sin lugar a duda, nuestro país requiere leyes y cambios regulatorios que impulsen la inversión, pero no podemos quedarnos solo en ello como un discurso vacío, debemos tener normas que de verdad logren que exista más y mejor inversión, y junto con ello lograr el desarrollo para nuestro país que aborde las desigualdades que existen en materia de salud, vivienda, previsión, transporte y agua potable rural para muchos sectores de nuestra población que hoy día no la tienen. 

Frente a mi planteamiento que es claro y sin ambigüedades, en el cual señalé mis mínimos básicos para “sentarnos a conversar”, usted ministro me contesta de una manera insólita, “chuteando para el corner”, al señalar públicamente, que estas materias no pueden ir en el Proyecto de Ley de la mal llamada “Modernización Tributaria”. 

Usted ministro sabe, al igual que yo, que también fui Ministra de Estado, que nuestra responsabilidad es legislar y no jugar al “compra huevos” e ir de ministerio en ministerio, para convencer a cada ministro sectorial de mis condiciones, pues igual, estas materias van a terminar necesariamente en su escritorio, ¡para ser siquiera “consideradas”. 

Entre mis exigencias, he señalado que debe corregirse la absoluta falta de ética, que permite que, desde un escritorio, el del Superintendente de Pensiones, se bajen las pensiones de nuestros adultos mayores, amparando con ello a las Compañías de Seguros, en desmedro de los ahorros de los trabajadores y aunque parezca extraño, ¡también del Fisco! 

Por lo tanto, yo le digo ministro Larraín, si quiere mi voto para aprobar “la idea de legislar”, debe considerar estos temas que son fundamentales y debe hacerlo más allá de lo que se haya podido avanzar en la Cámara de Diputados en alguno de ellos. 

Repaso con usted algunos de esos puntos críticos que tanto sentido le hacen a la ciudadanía que está reaccionando con entusiasmo a mis planteamientos, pidiendo que encabece una campaña para lograr estos objetivos. Espero que esta propuesta de diálogo tenga acogida.  

Para los adultos mayores, una rebaja de las contribuciones para que no tengan que abandonar la casa propia que adquirieron con tanto esfuerzo a lo largo de sus vidas. 

Además de lo anterior, no puede ser que nuestros pensionados sigan siendo afectados con la aplicación del Decreto Nº19 por el Superintendente de Pensiones, que les rebaja cada tres meses sus pensiones, esto ministro no requiere ley y usted lo sabe. 

Pero hay más…Los trabajadores de nuestro país también requieren poder destinar parte de sus ahorros previsionales, para comprar su primera vivienda y eso es algo que podemos perfectamente conversar, no representa costo para el país, más bien es un ahorro para el fisco. 

También ministro, Ud. puede pedir a su colega de la Secretaría General de la Presidencia, que ponga discusión inmediata al proyecto de Ley de Fármacos 2, que está en la Cámara de Diputados y lograríamos que sea una OBLIGACIÓN para las Farmacias, la venta fraccionada de medicamentos, permitiendo así un ahorro considerable para nuestros pensionados.

¡Eso no requiere recursos adicionales del Fisco y es una medida no solo moderna, sino que sostenible! 

O podría conversar con su colega del ministerio de Salud y mediante una instrucción lograr codificar todos los exámenes y procedimientos de salud en nuestro país, eso tampoco requiere Ley.

Yo me pregunto, ¿qué culpa tienen los trabajadores asegurados de que un examen no esté codificado y por eso no lo cubran ni FONASA ni las Isapres? La verdad algo huele mal.


Ministro hablemos con la verdad, hablemos claramente, fui Ministra de Estado, soy Senadora - lo fui en el pasado - y sé cómo se hacen las cosas.

Pongámonos serios y trabajemos por nuestros pensionados, por nuestros trabajadores y el país entero, pues finalmente, ¿cuál es el sentido de los impuestos? ¿cuál es el objetivo de la recaudación tributaria?

El sentido de todo impuesto es garantizar el funcionamiento de un aparato estatal eficiente y vigoroso, que haga que nuestras instituciones, nuestros servicios y organismos públicos, pero también privados, funcionen bien, cumplan adecuada y oportunamente con sus roles y las leyes. 

Pero además de lo anterior, los impuestos son los que permiten la redistribución de los recursos, para desterrar las inequidades que nos fracturan como sociedad y que solo como ejemplo hacen que en Chile existan. 

Largas Listas de Espera para lograr las atenciones en la Salud Pública, donde está el 86% de la población de nuestro país.

Faltas de Especialistas en los Hospitales Públicos y en las Regiones.

Abandono de nuestros niños, niñas y de nuestros Adultos Mayores.

Pensiones Miserables.

Falta de Agua Potable Rural

Cobro en Pasaje del transporte en regiones sin rebaja como en la Capital

Contribuciones cada vez más altas a nuestros pensionados. 

Seguiremos adelante impulsando propuestas y apoyando todas aquellas iniciativas que repercutan en el bienestar de todas las personas y que además nos ayuden a combatir las desigualdades que a estas alturas no podemos, ni debemos tolerar. 

Conozco demasiado bien lo que se necesita para aprobar este tipo de cambios y hasta ahora solo trámites e influencias detienen estos avances.

Ministro Larraín, si quiere que nos sentemos a trabajar de verdad por nuestro país y nuestra gente, debe allanarse a apoyar estas medidas.

Nuestra ciudadanía esta cansada de los abusos y de que solo se favorezca a los que más tienen o mejor dicho, a los que mueven sus influencias de mejor manera. 

Ministro, no podemos seguir esperando.

Yo al menos no estoy dispuesta a no ejercer mi voto para lograr las transformaciones que la dignidad de nuestra gente demanda al país.

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