¿Embajadora de Isla de Pascua o Chile?
Ha circulado por redes sociales una fotografía que contiene la leyenda "Self-determination for Rapanui", cuya presunta autoría recaería en la actual embajadora de Chile en Nueva Zelandia, Manahi Pakarati, exdirectora del Ceremonial y Protocolo de la Cancillería durante este Gobierno.
Como expresidente de la Asociación de Diplomáticos (ADICA) quisiera creer que es una fake news, propia de una campaña de desinformación, ya que sería impensable suponer que una representante de Chile pretenda la autodeterminación de la Isla de Pascua.
La aludida embajadora es funcionaria de exclusiva confianza del Gobierno de Chile, no de una isla en particular o de una etnia. Su sueldo, como me dice mi concuñado, se lo pagamos todos los chilenos. Repito, todos chilenos.
De ser efectiva esta información, estamos frente a un hecho de suma gravedad, que desprestigia a la diplomacia nacional y tradicional, y que por supuesto, debería implicar la remoción inmediata de la embajadora de Chile en Nueva Zelandia.
En virtud de lo expuesto, convendría recordar a los futuros embajadores del Presidente electo, José Antonio Kast, lo siguiente:
a) Asumirán su cargo bajo un estado de emergencia, descrito en el programa presidencial, y estarán sometidos a serias restricciones presupuestarias provocadas por una mala gestión administrativa y que son inéditas en la historia de la Cancillería.
b) Sus prioridades deberán ser contribuir con su trabajo a la seguridad y el desarrollo-crecimiento económico de nuestro país. Lo primero, seguridad, corresponde a la neutralización de las amenazas tradicionales y emergentes, en especial, el crimen organizado transnacional, el terrorismo y las migraciones irregulares. Con respecto al ámbito económico, se debería prestar especial atención a la búsqueda de nichos comerciales; promoción de inversiones; suscripción de nuevos TLC y el fomento de la imagen-marca Chile.
c) La labor de estos nuevos embajadores consistirá en representar y negociar por Chile, bajo nuestros emblemas patrios, y no exhibiendo banderas del Wallmapu, ni menos, pidiendo la autodeterminación de algunos territorios.
Por último, se les exigirá vocación de servicio público, decoro, profesionalismo y un compromiso férreo con la República de Chile y no con una etnia o ideología determinada.
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