¿Y las verdaderas prioridades?

Cristhian Moreira Barros

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Según datos entregados recientemente, 10 asesinatos se reportaron el fin de semana, respecto de los cuales aún no hay detenidos. Preocupante. Además, se suma la ola de delincuencia que nos viene azotando el último tiempo sin contemplación y, lo más anómalo, es que mientras esto pasaba el Ministerio del Interior -a cargo de estos temas- vivía un verdadero terremoto de grandes proporciones tras la acusación de abuso sexual al ahora exsubsecretario Manuel Monsalve.

Ni el mejor guion -o el más siniestro- de una plataforma de streaming se puede asimilar a los acontecimientos que conmueven a la opinión pública y, de paso, hunden al Gobierno del Presidente Boric.

Sin embargo, y más allá de esta terrible acusación, que le corresponde a las instituciones pertinentes investigar, hay dos situaciones que debemos analizar, ponderar y poner en su justa medida. Existe una fuerte desidia y degradación de la estatura presidencial en esta pasada. Con una conferencia de prensa para el olvido, recordando el dicho "él que explica se complica", el Presidente Boric hizo lo contrario durante 50 minutos. Obviando la solicitud de su asesora de detenerse, y con una improvisación que parecía digna de un estudiante universitario que llega sin prepararse a una disertación. Pero no es todo, pues el caso sigue en desarrollo, y las declaraciones cruzadas entre las principales autoridades de gobierno encargadas de encausar el tema parecen ser cada vez más cruzadas y sin un consenso claro.

Asimismo, se suma que veníamos saliendo de extensas semanas de acusaciones constitucionales a tres jueces de la Corte Suprema, paralizando la agenda legislativa. Ahora, lo más probable es que vengan comisiones y sesiones especiales por el caso Monsalve. Y con esto, más atrasos en la agenda. Pues bien, aquí me quiero detener. ¿Qué haremos al respecto? En tiempos que la ciudadanía clama con prontas soluciones a temas de seguridad, CAE, pensiones, pacto fiscal, por mencionar algunos, nos vemos envueltos en imponderables que también se deben solucionar.

No queda más que estar a la altura. Y como se dice en castellano castizo "caminar y mascar chicle a la vez", porque no por estar con estas contingencias, que son ajenas a nuestras labores en la Cámara Baja, debemos perder de vista legislar en pos del desarrollo de políticas públicas que vayan en beneficio de las chilenas y chilenos.