"Me pueden cobrar la palabra. No les voy a fallar", Gabriel Boric
Chancay fue inaugurado el 14 de diciembre, con la presencia del líder chino, Xi Jinping, en el marco de la APEC 2024; lo que nos deja en una desmedrada situación a todos los puertos chilenos. Aunque algunos interesados digan lo contrario. Definitivamente nos dieron una dura lección de imprevisibles consecuencias a corto plazo.
Con una poderosa inversión en la construcción del megapuerto, más conectividad vial que parte desde Lima hasta Brasil, se suma un tren bala que recorrerá 323 kilómetros desde la capital peruana a la ciudad de Ica, con 47 km de viaductos, 32 km de túneles y transportará 45 mil pasajeros diarios. Se nos han adelantado con visión de futuro y un pragmatismo salvaje.
Desde "Chancay a Shanghái", su lema, es provocativo. A las agencias de naves que operan en Chile les ofrecen menos costos en tarifado y reducción de tiempo en traslado. Especialmente en la temporada de la cereza, tan apetecida al paladar asiático, los embarques se trasladaran a ese terminal moderno y seguro.
Cosco Shipping Campany, la empresa estatal china que es dueña del 60% del actual puerto, tiene asegurada sus inversiones, las que van más allá del comercio marítimo. Podrá usar y usufructuar, a su total discreción, los sitios de atraque No solo naves de transporte de carga o turismo, sino que buques de particular interés militar. Estados Unidos quedó muy preocupado, rápidamente envió una comisión de inversores especialistas a San Antonio, a fin de no quedar aislado.
EPSA debe aprovechar esta particular ocasión y demandar un pool de proyectos de inversión, consistente en al menos una red vial, parrilla ferroviaria y concretar el atrasado túnel baja altura "Las Leñas" hacia Argentina, para mantener la carga de ese país.
Perú ha sabido aprovechar la obstinada desidia e incapacidad nuestra, avanzando estratégicamente. Independiente del gobierno de turno, ellos fueron capaces de ponerse de acuerdo, nosotros NO, recuperando la puerta abierta del Asia-Pacifico Sur, donde existe el mayor tráfico de mercaderías.
Llegamos al fin del año 2024 con anuncios rimbombantes sobre adelanto y progreso en materia del inicio de este necesario proyecto-país: El puerto a gran escala. Lo triste y frustrante es, salvo a algunos acuerdos con la comunidad local, especialmente del sector pesquero artesanal, respecto a lo grueso, a lo definitivo, a lo esencial, nada de nada, porque continuamos en un penoso compás de espera.
La "burocracia" en esta materia es una epidemia, que sufrimos todos por igual, donde hasta el más modesto proyecto de inversión se encuentra trabado por múltiples disposiciones legales, que impiden concretar un acuerdo de financiamiento externo. EPSA acaba de pedir otros seis meses para responder la Adenda respectiva.
Ahora, la "permisologia" es otro factor que espanta a los interesados, preocupa que aún no se legisle sobre este cuerpo legal, como acordó el Ejecutivo, a fin de abreviar los requisitos y acortar los tiempos. Permítame agregar a todo esto "la estulticia crónica" que manifiestan algunas autoridades del rubro, insistiendo majaderamente que Chile no tiene competidor en materia marítima-portuaria. ¡En que mundo están viviendo!
Presidente Gabriel Boric, cumpla su palabra, póngale el acelerador, en este 2025 su último año de gobierno. ¡Basta de tanta inoperancia que solo perjudica a Chile!
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