El pasado 27 de agosto fue publicada la extensión de 200 millas marítimas de la plataforma continental en el Diario Oficial. El decreto que fija las áreas jurisdiccionales marítimas nacionales en las Islas Australes de Chile, tuvo una respuesta de la Cancillería de Argentina, con la consiguiente réplica desde La Moneda.
Pues bien, lo que hay es un planteamiento de Chile respecto sus derechos en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), de establecer una plataforma hasta las 200 millas a partir de la Isla Diego Ramírez. Lo que en cierta forma difiere de lo planteado por Argentina hace un tiempo atrás, de establecer una plataforma ampliada. Entonces, lo que corresponde es iniciar un diálogo para poder superar esa diferencia y en esa línea es conveniente haber dejado atrás el inicial cruce de declaraciones y esperar que se materialice la intención que ambos presidentes manifestaran respecto entenderse entre dos países vecinos.
Me han consultado si Argentina puede o no ir a La Haya, a ello respondo que primero tendría que firmar el Pacto de Bogotá, cosa que no ha hecho y, por lo tanto, no es esa la instancia: aquella arista es inoficiosa y resulta sólo efectista instalarla ante un tema que es perfectamente posible de solucionar entre los dos gobiernos, tal como lo establece el Tratado de Paz y Amistad.
En ese sentido es que, desde la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, instancia que presido, promovimos un proyecto de acuerdo en relación a la controversia con Argentina por la modificación de la Carta Náutica de Chile, la que fue aprobada por unanimidad.
Y es que creemos relevante subrayar el sentido de Estado que ha caracterizado la política exterior chilena siendo relevante respaldar las acciones emprendidas por el Gobierno de Chile para hacer valer sus derechos, como en este caso. Asimismo, confiamos en que Chile y Argentina demostrarán a la comunidad internacional que mediante el diálogo pueden solucionar toda diferencia que pueda surgir en el ámbito de sus relaciones como países vecinos que tienen una larga historia de cooperación y amistad.
Ambas consideraciones son Principios de la Política Exterior Chilena, que nunca debemos perder de vista.
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