¿Cómo me veré de mayor?
He constatado el gran interés que ha suscitado en diversas personas y personalidades una aplicación que envejece su imagen, imagen que luego se difunden en las redes sociales, un rostro envejecido que da cuenta de cómo nos veremos en 10 o 20 o 30 años más.
En sintonía con lo anterior parece secuencial preguntarnos ¿cómo nos tratarán en 10, 20 o 30 años más? Y esa pregunta, como sus posibles respuestas debieran llevarnos a profundas reflexiones que van más allá de la imagen de nuestro rostro.
Sería recomendable que nos preguntemos qué estamos haciendo para una vejez satisfactoria, y en el marco de esa pregunta esforzarnos en propiciar nuevas amistades, fortalecer las existentes, mejorar nuestras relaciones familiares y preocuparnos más por el otro.
Resulta indispensable también interpelar al modelo de atención en salud a que se adapte al cambio epidemiológico y fomente la funcionalidad, una mejor articulación de la prevención y la promoción, cuidados paliativos sustentados en derechos y una filosofía centrada en la persona.
Deberíamos interesarnos de verdad en la discusión actual de las pensiones más aún cuando según últimos datos el promedio las pensiones no supera los $180.000, deberíamos presionar por un sistema que de verdad proteja y asegure nuestra subsistencia con dignidad.
También requeriríamos promover servicios de calidad y oportunidades en una sociedad edadista que desplaza a los mayores en base a mitos y estereotipos.
Quizás ver nuestros rostros envejecidos sea una oportunidad para reflexionar sobre la vejez.
Llegar a viejos es resultado de no morir en edades tempranas y parece que eso es lo que hemos privilegiado al atrasar la muerte, con los avances de la ciencia y la tecnología, en la actualidad más de 3 millones de chilen@s superan los 60 años y tenemos una esperanza de vida que supera los 80 años, una de las más altas en la región de América Latina, entonces la tarea urgente parece ser otorgarle calidad de vida a esos años.
Una cosa es cómo nos vemos y otra cómo nos tratamos y cómo seremos tratados en una próxima etapa de la vida.
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