¿Cuántas veces has escuchado que el tratamiento con antibióticos debe durar siete días, como mínimo, para que haga efecto? ¿Has dejado de tomar algún medicamento recetado porque ya te sientes bien y no lo crees necesario? Estas conductas son más comunes y peligrosas de lo que uno piensa, sobre todo cuando se trata de pacientes crónicos o con patologías agudas riesgosas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la adherencia como el grado en que la conducta de un paciente, en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de hábitos de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional médico. Asimismo, la organización muestra preocupantes números respecto a ésta en pacientes crónicos, revelando un problema mundial de gran envergadura, del que Chile no está ajeno.
Debemos considerar que en nuestro país, y de acuerdo a la última Encuesta Nacional de Salud, más de 11 millones de personas viven con, al menos, una enfermedad crónica, y casi 2.5 millones con cinco o más de éstas; casi el 30% de la población mayor de 15 años presentaría hipertensión, un poco más de 12% sería diabético, el 54% presentaría exceso de peso, cerca del 30% colesterol alto y casi el 36% triglicéridos por arriba de lo normal.
Es más, la misma OMS señala que más de la mitad de nuestra población fallece por este tipo de enfermedades.
Por esto es que la falta del cumplimiento con las terapias farmacológicas conlleva múltiples y peligrosas consecuencias clínicas y económicas, elevando los índices de hospitalización, un control deficiente de la enfermedad que lleva al fracaso terapéutico, la disminución en la calidad de vida, un incremento en el gasto sanitario - personal y de los sistemas de salud - y un incremento en la mortalidad en estos pacientes.
La importancia de que el paciente conozca por qué y para qué debe seguir un tratamiento farmacológico es clave.
También es fundamental para los pacientes crónicos la modificación en los hábitos de vida y el apoyo familiar para el cumplimiento de las indicaciones del facultativo. La adherencia puede verse afectada por factores múltiples, siendo un fenómeno complejo y que combina circunstancias internas y externas al paciente mismo.
Ahora, es importante seguir el tratamiento por el tiempo indicado, pero también tomar las dosis señaladas y de forma correcta, evitando que los medicamentos pierdan su eficacia o interactúen entre sí. En este sentido, los químicos farmacéuticos tenemos la responsabilidad de asesorar a los pacientes cuando éstos llegan a las farmacias por sus medicamentos.
Por esto, la adherencia debe ser tratada desde una perspectiva multidisciplinaria, donde todos los profesionales de la salud podemos desempeñar un papel significativo, educando a los pacientes, sus familias y población en general. No obstante, el paciente será siempre el principal responsable de alcanzar su bienestar y mantener una buena calidad de vida.
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