Después del aniversario del 18 de octubre y de los violentos actos registrados, se esperaba una profunda reflexión de parte de los dos candidatos a la Presidencia de centro izquierda y de izquierda, que han apoyado la ley de indulto. Ambos, después de esa fecha entregaron sus programas, los que se esperaba recogieran reflexiones y análisis sobre el tema.
Veamos entonces que dicen sus programas al respecto.
Provoste señala: "Chile tiene una gran deuda en cuanto a las graves violaciones a los derechos humanos realizadas por agentes del Estado, durante las manifestaciones". Y agrega, "la reparación está aún fuera del alcance de las personas que fueron victimas directas. Nuestra institucionalidad de protección de los derechos humanos está tensionada y no ha logrado investigar ni identificar la sistematicidad de las vulneraciones y la responsabilidad de los mandos. En general, en Chile no se han hecho valer cabalmente las responsabilidades jurídicas y políticas por las violaciones a los derechos humanos".
Finalmente hace un aporte que parece interesante; "por ello, se ha hecho imprescindible la creación de una Comisión para la Verdad y la Reparación, que pueda aclarar de manera ágil y certera la magnitud, entidad y calificación de las violaciones ocurridas, así como la situación de las victimas directas y proponer las reparaciones que correspondan. Debe ser un órgano independiente e integrado por reputadas mujeres y hombres con experticia en derechos humanos, que sean capaces de dar confianza a las victimas y sus organizaciones, y que realicen en breve tiempo un trabajo imparcial. No debe reemplazar a los tribunales, pero deberá permitir un nuevo impulso a las acciones judiciales, en coordinación con el Ministerio Público".
Por su parte, Boric es más escueto y en el numeral 26 de los 53 cambios manifiesta que "repararemos integralmente a todas las personas vulneradas en sus DD.HH a partir del 18 de Octubre, con énfasis en víctimas con daños físicos irreversibles, lesiones oculares y violencia sexual, incluyendo a las y los familiares de víctimas de homicidios".
Así entonces, mientras Provoste propone una Comisión para la Verdad y la Reparación que no estaba antes. Boric no señala nada que no se supiera.
Ambos tienen mucha razón que se debe abordar el abuso a los derechos humanos y hacerse justicia y reparación, la que al no ser ya oportuna le resta algo de valor. Pero me pregunto ¿por qué mantienen, a pesar de todo, una mirada sesgada frente a la dignidad humana? Hay víctimas totalmente invisibilizadas.
Ambos defienden con mucha fuerza, decisión y justicia la dignidad humana, sustento de los derechos humanos. Sin embargo, parece que esa dignidad, así como se les ha respetado a quienes tienen recursos económicos y se les conculca a los que no tienen, ahora se les reconoce a los que ejercen violencia y a algunos que se manifiestan, mientras muchas otras víctimas que sufrieron las consecuencias de estos actos parecen no tener dignidad alguna. Ahí están los pequeños comerciantes, los dueños de quioscos, los habitantes de sectores críticos, los transeúntes, los transportistas.
Todos éstos además fueron víctimas de un Estado que tiene la obligación de garantizarle una paz social, pero nadie se ha preocupado por su reparación.
Tampoco parecen tener una dignidad que cuidar y defender, los dueños y trabajadores de los supermercados saqueados, la población que se quedó por meses y años sin Metro y que le trastocó toda su vida; siendo los mas pobres los más afectados.
Menos parece interesar la dignidad humana de los carabineros, servidores públicos, que entre otras cosas fueron quemados con bombas molotov, y que siendo ésta un arma, podrían haberse defendido con la propia de servicio y no lo hicieron, sacrificándose heroicamente.
Es cierto, hubo violación a los derechos humanos de parte de la fuerza pública, pero eso en nada menoscaba la dignidad de todos y cada uno de quienes estaban ejerciendo una función que el Estado le demanda y no por gusto propio.
En la propuesta de Provoste sobre la Comisión de Verdad y Reparación no hay una palabra sobre estos otros hijos de este país que también fueron violados en su dignidad. Algunos perdieron su fuente laboral, otro el trabajo de años, otros su salud y la vida familiar.
Parecida actitud han tenido frente al tema de La Araucanía. Ambos proponen diálogo como la solución, lo que sin duda es lo más necesario e importante. ¡Pero no es suficiente!
Hay que enfrentar también la violencia asociada no sólo a reivindicación, sino a delincuencia. Basta recordar la vuelta a la democracia. Se debió trabajar en ambos planos ya que siguieron operando los grupos armados que incluso mataron a un senador y hubo que terminar con ellos. Al respecto no hay una línea en sus programas.
En el debate nacional sigue presente. ¿Que fue lo más definitorio de la crisis social, el 18 o el 25 de octubre? Para ambos el 18. Sin embargo esta fecha está asociada con quemas de estaciones, saqueos y vandalismo al por mayor. El 25 está asociado a la más grande manifestación en la historia de Chile, la misma que reunió a millones de chilenos en todo el país que en paz manifestamos nuestra decisión de transformación y cambio. Esa es la verdadera fuente de la nueva Constitución, no la otra que solo hace justificar y reivindicar la violencia organizada por personas y grupos en la oscuridad y que no representan el sentir de la gran mayoría de chilenos.
Necesitamos construir una sociedad más fraterna, que conforme al estallido social, seamos todos respetados en nuestra dignidad y lo hagamos solidariamente.
¡La Dignidad de unos por sobre la dignidad de otros es justamente lo que debemos superar!
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