La urgente pero postergada línea 7

Leopoldo Pérez

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Noviembre de 2014. Tras una serie de caóticas fallas en el Metro, la Presidenta Bachelet anunció en La Moneda un ambicioso plan de infraestructura para el transporte público, que incluía un trazado para descongestionar la Línea 1.

El ex ministro Gómez-Lobo, en tanto, celebraba y proyectaba la licitación para 2016.

Fue un acto desesperado ante la presión y descontento social, tras los desafortunados episodios en que Santiago literalmente se paralizó, debido a los problemas que presentaba el sistema de transporte subterráneo.

Por esos días la situación era tensa y no pasaron dos semanas desde el aclamado anuncio, cuando la capital se vio afectada por una nueva interrupción del servicio, que impidió movilizarse a cerca de medio millón de personas.

Sin duda, el escenario fácilmente era comparable a un par de años atrás, 2007 para ser exacto, cuando el caos se apoderó de las calles al ponerse en marcha el Transantiago.

El traspié en gestión de transportes de la Presidenta Bachelet, al parecer se convirtió en patrón, pues la promesa de la famosa Línea 7 aún no se concreta y las fallas se repiten, cuando queda menos de un año para que acabe su segundo mandato.

Hoy, las personas no perdonan el ineficiente manejo en un servicio tan básico como es el transporte público. La altísima desaprobación, que alcanza un 70%, se relaciona con postales indignas que se repiten todos los días sin excepciones: vagones repletos de personas y las consecuentes largas esperas en los andenes, incluso lo tedioso que resulta el ingreso a las estaciones. Todo en horario punta.

Vista gorda a un importante proyecto, que debiera tener como objetivo central devolver la dignidad a las personas y romper con la saturación de la principal línea del Metro.

Ese fue el principal discurso tras el anuncio, en 2014. Pero hoy, como si fuera poco, aparecen antecedentes sobre la eventual falta de recursos para ejecutar este trazado y el Gobierno deja la suerte de cientos de personas que a diario se trasladan en Metro, a un “peloteo” con el ministerio de Hacienda.

Sería noble de parte de las autoridades que sinceren las reales posibilidades de concretar esta obra, de lo contrario me temo que nos enfrentamos a un show mediático de la urgente pero postergada Línea 7.