En estos días, una comuna de la Región Metropolitana cumple nada menos que 100 años. Aquella en que he vivido toda mi vida, en que he desarrollado mi labor como dirigente social y ambiental; y en la que desde 2021, y por decisión popular, ejerzo el rol de alcalde. Se trata de La Cisterna.
En nuestras calles han nacido o vivido poetas, escritores, bandas de rock, punk, conjuntos de folklore, científicas y deportistas. Desde Chancho en Piedra hasta Gino Mella, pasando por la histórica banda Políticos Muertos.
Los barrios cisterninos han sido espacio de creación, estudio y actividad física para distintas generaciones. Y es que lo que somos hoy se debe al aporte de todos quienes nos precedieron en este territorio que es la puerta al sur de la capital.
Gran Avenida como eje de nuestra historia
Por acá pasaba el Camino del Inca, con su labor de conexión entre distintas comunidades indígenas en los tiempos precolombinos. Luego fuimos el acceso a la capital desde la ruralidad colonial.
A inicios del siglo XX, tranvías conectaban Santiago con los poblados de San Bernardo y La Cisterna, mientras la ciudad crecía en extensión y conectividad. La Gran Avenida como tal surge casi con el inicio de la comuna, tras el ensanchamiento y pavimentación de este acceso sur que se modernizaba y masificaba con el paso del automóvil y del Metro.
Por allí circularon nuestros padres, madres, abuelas y bisabuelos: Por esta Gran Avenida que recoge comercio, vida de barrio e interconectividad. Y esa misma arteria la que se dispone para un futuro con iluminación masiva, ciclovías y control de las aguas lluvias.
Una comuna con todo el futuro por delante
Los 103.157 habitantes de la comuna nos caracterizamos por nuestra diversidad de creencias y edades; de religiones, espiritualidades y ateísmos; de orientaciones sexuales e identidades de género. En síntesis, es la diversidad social y humana la que nos enriquece como comunidad para afrontar los desafíos del futuro.
Sólo en base a la colaboración y el diálogo, podremos avanzar en medidas para superar la crisis de seguridad, en espacios públicos más accesibles, limpios y amables, en poder ser un faro en materia ambiental, con reciclaje masivo, nuevas áreas verdes, huertos urbanos y educación ecológica.
Serán años de profundizar en programas pioneros como "Salud en tu barrio", con sedes sociales convertidas en pequeños consultorios barriales, que a su vez se complementan con los centros de salud municipales. Y, por cierto, años de avances con una red de Salud potenciada que incluirá un Cesfam pronto a inaugurarse, un SAR y el futuro hospital de la zona sur.
Hablamos de un futuro en que La Cisterna sea un aporte clave para una nueva ciudad en materia deportiva y cultural: con un anfiteatro Salvador Allende recuperado o un nuevo Polideportivo.
Celebraciones centenarias
Para festejar el pasado y el futuro que nos une, contaremos con nuestro tradicional desfile civil y militar, un concierto de música docta en el clásico Caracol Lo Ovalle, un te deum interreligioso y una fiesta masiva con humor y música en pleno paradero 24 de nuestra Gran Avenida.
Celebramos nuestra historia y el sueño de una comuna convertida en un efecto demostración para gobiernos locales de todo Chile. Me refiero a una comuna que dé luces de que se puede ir más allá de lo posible, se puede tener una ciudad a escala humana, con justicia territorial, humanamente vivible y ambientalmente sustentable.
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