En el último tiempo han aparecido personas probablemente manipuladas, que ayudados por periodistas de baja profesionalidad y poco escrupulosos - siempre a la búsqueda de escándalos que pudieran desacreditar la imagen de los artistas de izquierda - han puesto en cuestión la autoría del Quilapayún de una de las canciones más significativas y emblemáticas del mundo progresista, “El pueblo unido, jamás será vencido”.
Este hecho, que podría parecer inverosímil a los que se hayan informado seriamente sobre este asunto, ha motivado un reciente artículo en el diario La Tercera del domingo 8 de diciembre con el evidente propósito de sembrar confusión a este respecto.
Esto ocurre precisamente en el momento en que esta canción se ha difundido en las manifestaciones del último estallido social. Intentar aportillar uno de los emblemas musicales de estas marchas es por supuesto la intención evidente de estas fake news.
Acerca de cómo fue creada esta canción lo hemos contado muchas veces y no insistiremos en eso. Las versiones falsas de estos sucesos que se han intentado difundir son poco creíbles y van en contra de los testimonios mucho más fieles de quienes presenciaron directamente los hechos. En realidad, la autoría común de esta canción fue señalada desde las primeras ediciones públicas de ella.
La canción nació algunos días antes del Festival de la Canción Popular que se realizó el 28 de junio de 1973 en Valparaíso y el 30 de junio en Santiago. Probablemente se cantó por primera vez en una concentración masiva en la Alameda, de la que existe un registro hecho por un canal de televisión canadiense; pero la primera grabación en vivo que existe es la del 30 de junio en el Estadio Chile (hoy día Estadio Víctor Jara) que fue editada en el disco “Primer Festival Internacional de la Canción Popular. Chile-73” y apareció a la venta en los primeros días de julio de ese año. En este disco no aparecen señalados los autores de las canciones.
El 29 de junio fue el día del Tanquetazo y la IRT, empresa discográfica entonces en manos del gobierno, decidió hacer un disco doble de homenaje a Allende.
En el primer vinilo se publicó su discurso desde una ventana de la Moneda el mismo día del intento de golpe y en el segundo diversas canciones que podían ser alusivas a la contingencia política. Como cierre de este segundo vinilo se publicó “El pueblo Unido”.
En la información de carátula de este disco aparece por primera vez señalada la doble autoría de la canción: Sergio Ortega y Quilapayún. Lo mismo sucede en el disco que lleva el nombre de la canción, publicado en Francia en 1975. Si bien hay publicaciones en que no se señala a los autores o se señalan equivocadamente, éstas no corresponden a discos en los que el grupo pudiera hacerse responsable de la información debido a que muchas veces estas ediciones se hicieron espontáneamente por instituciones de solidaridad que no siempre respetaron las informaciones originales.
Pero lo que demuestra que nunca hubo ningún problema en el reconocimiento autoral de esta canción es el hecho de que ella fue inscrita por los propios interesados en las sociedades autorales de Francia y Chile.
Estas inscripciones fueron realizadas por el propio Sergio Ortega en la Sacem (Sociedad de autores, compositores y editores de música) en Francia, y en la SCD en Chile.
Además de esto, existe un contrato de edición con la editorial española Coda Ediciones firmado por Sergio Ortega y el Quilapayún el 3 de abril de 1979 en el que se establecen las partes que le corresponden a cada autor.
Fue el propio Sergio Ortega quien vino a mi casa en París a mostrarme el interés que había en firmar este contrato. A pesar de que siempre he mirado a las editoriales con desconfianza, en este caso firmé. Guardo copia de este contrato en el que están estampadas las dos firmas, lo que demuestra que nunca hubo ningún problema entre nosotros en el reconocimiento de nuestra autoría común.
En el caso de la SCD la obra figura bajo el código 73820 y fue inscrita el 5 de setiembre de 1990. Figuran como derecho habientes Sergio Ortega y Eduardo Carrasco. Es importante consignar aquí que ninguna obra colectiva puede ser registrada en la SCD sin la firma de quienes reclaman la autoría. Por lo tanto, si esta obra está registrada es porque los que figuran en el registro han firmado la inscripción. Lo mismo ocurre con la Sacem de Francia, en la cual el registro es mucho más antiguo.
Por lo tanto, basta de engañiflas para desacreditar la cultura de izquierda. No somos perfectos, es cierto, pero tampoco somos un atado de pinganillas disputándose el prestigio de lo que no nos pertenece en derecho.
Durante muchos años, con grandes sacrificios, nos hemos entregado a una causa con devoción y y honestidad. Nadie manchará lo que con tanto esfuerzo hemos construido.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado