Cómo negociar en el trabajo

Si tienes un trabajo y necesitas tratar algún aspecto en particular, es importante que te centres en el objetivo a lograr y que tengas en cuenta el entorno en el que te desenvuelves. Independientemente del contexto y la situación del momento, hay claves que son importantes para permitirte establecer las reglas para que la negociación resulte beneficiosa para ambas partes, que es como necesitas gestionar este tipo de acuerdos.

En el caso de que estés recién ingresado, es recomendable que puedas explorar las condiciones, horarios y demás aspectos, para configurar paso a paso algunos beneficios; sobre todo si eres un profesional valioso para la organización.

Mejor aún es el caso de quien, teniendo trabajo, es tentado por la competencia para moverse: por lo general, hay mayor permeabilidad para ofrecer un paquete atractivo al nuevo colaborador.

No todo es dinero. Es fundamental saber que el salario no es lo único importante a negociar. Para evitar deteriorar el trabajo que realizas y los objetivos que debes cumplir, ten en cuenta lo que se llama el “salario emocional”. 

Por ejemplo, plantéate de antemano algunos de estos aspectos, cuáles tienes y cuáles deseas tener para aumentar tu beneficio personal: más tiempo libre, mejor espacio físico, flexibilidad horaria, Becas, capacitación, liderar proyectos, participar en eventos del sector, trabajar desde casa, mejoras tecnológicas, mejor plan de salud, membresía a algún club o descuentos en productos de la empresa. 

Para tener en cuenta. No es conveniente negociar beneficios o situaciones especiales si no cuentas con un período mínimo de permanencia. Con un año de antigüedad habrás demostrado tu calidad profesional, tu presentismo, y manifestado un alto compromiso y responsabilidad.

Al momento de iniciar la negociación, evita saltar a tu superior. Es un error muy frecuente; necesitas seguir el procedimiento de la estructura de la empresa.

La parte directiva se predispone mejor a escuchar tu requerimiento, si eres parte de un gran logro que benefició a la empresa.

A la hora de expresarte, no elijas el camino de extorsionar al empleador con frases típicas como “si no me conceden lo que pido tendré que buscar otro empleo”, o “me siento desmotivado porque la empresa no me apoya”. Se espera de ti una buena inteligencia emocional que te permita afrontar distintas situaciones. 

Antes que eso, muestra lo que haces. Crea tu marca personal dentro de la organización. ¿En qué te distingues de la media? ¿Por qué deberían considerarte alguien especial?

En el proceso de negociación genera vínculos duraderos, más allá de lo que quieras negociar en un momento determinado.

Por último, prepárate para la negativa y ten a mano un plan B y C. De esto se trata ser flexible, condición que también impera en el mundo del trabajo.

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