En 1969 (durante el gobierno de Frei Montalva), cuatro funcionarios del Instituto de Investigaciones Geológicas -dependiente de la Corfo- iniciaron estudios de terreno que confirmaron la presencia de salmueras ricas en litio en el Salar de Atacama. Hoy se le considera el yacimiento de este tipo más importante en el mundo. Durante 2024 se extrajeron 49.000 toneladas de litio, con un valor aproximado de 390 millones de dólares, representando un casi 20 % de la producción mundial. Estudios recientes señalan que Chile dispone del 64 % de las reservas del mundo que nos aseguran como país un futuro importante en la industria del litio.
El trascendental descubrimiento hecho por profesionales chilenos permitió a Corfo tener la propiedad minera del yacimiento. En 1976 (durante la dictadura) se declaró que el litio era una sustancia de interés nuclear y en 1979 (también en dictadura) se le consideró de interés nacional por su carácter estratégico. Contradictoriamente, en 1980 se creó la Sociedad Chilena del Litio, donde 55% pertenecía a una empresa extranjera y Corfo, a pesar de ser el dueño del yacimiento, retenía sólo 45%.
Por otro lado, para explotar otra parte del Salar de Atacama se crea una nueva empresa llamada Sociedad Minera Salar de Atacama Ltda. (Minsal): acá se le otorga 63,7% a otra empresa extranjera quedándose Corfo con solo 25 %.
Entre 1982 y 1983 se declara el litio como no concesible. En 1984 se inicia la producción de litio en Chile. Desde ese año hasta el 2019, se han producido más de 240.000 toneladas de litio con un valor llevado a precios actuales de US$ 24.000 millones reflejando que ha sido un muy buen negocio.
En una nueva flagrante contradicción, el dueño del yacimiento (Corfo) ha disminuido su participación. Así en 1989 -todavía en dictadura-, Corfo vende su 45% en la Sociedad Chilena del Litio a la empresa extranjera participante en solo US$15,2 millones. Y en Minsal en 1994 (en el gobierno de Frei Ruiz-Tagle) baja su participación al 18 %. En 1995 también durante esta administración, nuevamente Corfo disminuye su participación, vendiendo su 18% en 7 millones de dólares a SQM, luego Corfo queda sin participación en esta sociedad.
Adicionalmente, es pertinente señalar que uno de los inicialmente socios de Corfo y hoy propietario de contratos que permiten la explotación del litio en Chile, ha tenido serias dificultades legales a lo largo de su participación como arrendatario operador, incluso con escandalosas repercusiones políticas. Esto ha derivado en juicios públicamente conocidos. En relación a lo anterior se han revisado los contratos y producido nuevas negociaciones que claramente reflejaron lo inadecuado de los términos económicos y legales establecidos inicialmente.
En el 2014 (en el gobierno de Bachelet), se creó la Comisión Nacional del Litio, compuesta por 20 integrantes tanto del sector público como privado, así como dos invitados de los pueblos originarios atacameños. La Cámara de Diputados pidió que evaluara y propusiera la creación de una "Corporación Nacional del Litio" que permitiera al Estado empoderarse en la extracción del litio.
La comisión presenta a la Presidencia de la Republica propuestas referidas a llevar adelante una Política Nacional del Litio identificando falta de control y regulación por parte del Estado, además menciona la complejidad ambiental de esos yacimientos, la necesidad de un cambio en la relación con las comunidades, reafirma el carácter estratégico del litio, sugiere reforzar el rol del estado , constatan la necesidad de reforzar la institucionalidad publica para la gobernanza de salares, se considera necesario la creación de una empresa controlada por el Estado y generar investigación y desarrollo para lograr un futuro industrial competitivo. Seis años después, nada de lo propuesto ha sido considerado hasta ahora.
Este breve relato muestra que a pesar de que nuestro país es propietario del yacimiento más importante del mundo de un metal considerado de interés nacional por su valor estratégico, Corfo no ha sabido fomentar su desarrollo si no que al contrario fue entregando su participación entre 1980 y 1995.
Lamentable esto continúa en el presente, donde aparece respaldando la mala negociación que entrega por 30 años el 49,9 % de la operación que arrendó a SQM anteriormente. Quizás es momento de cambiarle el nombre a Corporación de Des fomento en lo que respecta nuestro litio.
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