Un calor de casi 40 grados golpea con fuerza apenas se abren las puertas del avión Copa que nos trae a Panamá. Es más, contrasta con la fría mañana del aeropuerto de Santiago, desde donde salimos en misión oficial.
Así es América, diversa en clima, temperaturas, gente, costumbres, comidas, bailes y, por cierto, gobiernos. Hace ya algunos años que desempeñamos misión oficial por la cámara de diputados en representación de la Democracia Cristiana y esta semana nuevamente nos ha correspondido ello ante el PARLATINO que tiene aquí precisamente su sede. Pero hoy llegamos a un Panamá distinto, convulsionado.
Un Panamá golpeado por las empresas offshore y los "panama papers", con un Presidente Varela que reacciona recién el día que aterrizamos (miércoles 6), no obstante que el tema estallara el domingo en todo el mundo y con una mesura solo entendible por su reconocida amistad con Carlos Fonseca, conocido abogado y principal dueño del estudio jurídico involucrado en los hechos que ya dan que hablar y llenan portadas en todo el mundo.
Panamá ha modificado su legislación recientemente, ha eliminado las sociedades anónimas con títulos al portador y tenedor desconocido y ello desde el 1 de enero del 2016 ya no es posible. Además, ha fortalecido los pasos de diligencia debida ( due diligence ) para la constitución de sociedades y para los sujetos obligados no financieros, dentro de los cuales están por cierto los estudios de abogados.
Las offshore que han salido a la palestra son, por lo tanto, las que no hicieron la conversión que la ley exige o derechamente las que con la asesoría de Fonseca se constituyeron, por ejemplo, de acuerdo a la legislación de otras naciones como las de las Islas Vírgenes Británicas. De acuerdo a datos que comienzan a salir, solo en EEUU se constituirían 250 mil de dichas empresas al año, cifra no menor si tenemos en cuenta que en Panamá no superarían las 25.000, es decir, solo el 10% de EEUU.
El tema es complejo, pero demuestra que la globalización de la economía da paso también, y en buena hora, a la globalización de la prensa, pues más de 400 periodistas de todo el mundo han colaborado en esta investigación, y, digámoslo con claridad, demuestra la necesidad de muchas economías del mundo de transparentar sus operaciones financieras, ya que no por ser complejas, deben ser opacas y turbias, todo lo contrario!
Por eso, pretender que Panamá es el lugar exclusivo de esta opacidad, cuando los principales actores son extranjeros y esta realidad se repite allende los dos océanos que rodean el istmo, es sesgar el análisis y errar las conclusiones.
De hecho no sería de extrañar que los coletazos fueran tanto mayores en Europa, Asia, América y otras latitudes que en el propio Panamá, país que a 16 años de haber recuperado el canal y tierras aledañas, se apronta a inaugurar un segundo canal, ampliado y complemento del primero, luego de haber acreditado que tienen el capital humano y la experiencia suficiente que han avalado su eficiente administración y pleno ejercicio de la soberanía nacional por tantos años suprimida.
Panamá sabe que está en el ojo del huracán como decimos en Chile.Acompañarles, no estigmatizarles y respaldar con mucha fuerza las investigaciones que aquí y en todo el mundo deben hacerse debe ser la consigna.
Así como más de 400 periodistas de todo el mundo colaboraron para informar estos hechos, corresponde que las fiscalías y policías, también de todo el mundo, hagan lo propio. La prensa libre y el periodismo de investigación son una contribución a la democracia en el mundo, un desacople de ese esfuerzo con los persecutores penales y sus fuerzas policiacas, un atentado a esa misma democracia.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado