Que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, retire los proyectos de reforma tributaria y pensiones fue la presión ejercida por uno de los más conocidos e intocables "expertos" de los grupos financieros hace pocos días.
A los tecnócratas se les adhiere la altanería de sus contratantes y adoptan una retórica insolente, y como aprendieron a sumar y restar, creen que se las saben todas. Sin embargo, transmiten verdades caducas, preponderantes en la actualidad, pero aunque predominen algunas décadas son hegemónicamente transitorias, parecen inmutables, pero no serán eternas.
La humanidad no se quedará para siempre en un modelo que genera una aguda desigualdad, con una devastadora crisis climática debido al despilfarro de recursos y la depredación medioambiental, no podrá asegurar su futuro en medio de focos de conflicto que amenazan la paz mundial y tampoco podrá aceptar masacres como la que sufre el pueblo palestino en Gaza por el afán expansionista de gobernantes genocidas.
Los que hablan con tanto desparpajo del modelo actual como perenne, entre ellos un economista de apellido compuesto, lo hacen atrapados en su propios límites que no van más allá de fórmulas reiteradas que han conducido la humanidad a una crisis crónica, las que en ciertos momentos se agravan y eclosionan y que la mayor parte del tiempo acumulan material que hace combustión provocando desastres inmanejables como las hambrunas o las guerras por el control de los recursos naturales.
En este contexto, las fuerzas de izquierda y centroizquierda si logran recibir el respaldo de la ciudadanía, no se pueden limitar solo a la crítica o pregonar anhelos futuros, deben ser capaces de asumir las exigencias de la confianza popular y dar gobernabilidad a sus países, no hay que paralizarse por la prepotencia neoliberal.
Por ello, el gobierno del Presidente Boric se ha empeñado en lograr acuerdos que otorguen viabilidad a las reformas fiscal y de pensiones las que permiten avances concretos, el crecimiento de la economía, una mayor recaudación fiscal y el mejoramiento de los ingresos de las personas que han jubilado.
Con ese objetivo, el viernes recién pasado, los ministros Marcel y Elizalde se reunieron con las mesas de ambas cámaras del Congreso Nacional y concordaron el avance legislativo de diversos proyectos de ley que están pendientes. Es una buena señal. Hay que avanzar, Chile lo necesita.
En definitiva, la confrontación y el permanente hostigamiento del Gobierno no conducen a nada bueno. El Presidente y sus ministros hacen bien en insistir y perseverar. Así lo dijo O'Higgins: "...nadie se humilla por la patria...".
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