Parlamentarismo e Integración

Este 15 de julio se conmemoran 130 años del Parlamentarismo,  donde será aprobada una Declaración sobre «El rol de los Parlamentos en la Integración Regional», por los representantes del Parlamento Centroamericano (Parlacen), Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino) y el Parlamento del Mercosur.

Como actual presidente del Parlatino, soy un defensor del rol de los distintos organismos interparlamentarios en la integración regional. Un fenómeno imprescindible para el desarrollo de nuestros  países, más allá de lo económico o comercial, además de los aspectos socioculturales, políticos, jurídicos e institucionales.

A pesar de la existencia de numerosas críticas  al supuesto escaso avance del proceso, es innegable que desde 1960, cuando se creó la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) - hoy Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) -  hasta la fecha, se han alcanzado importantísimos logros, como  por ejemplo, en la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales; a ello se suma la conformación de bloques subregionales. No podemos retroceder.

Ello, porque ya es un proceso necesario, que dio paso a numerosos acuerdos, principalmente en educación, salud, energía por ejemplo, lo que ayudó al engranaje y mejoramiento de la posición de la región frente al concierto internacional.

Pero no obstante este avance, lamentablemente persisten numerosos obstáculos al proceso de integración que dificultan su realización total.

Ellos van desde vicios conceptuales en su significación y alcances, hasta factores como la inexistencia de una verdadera conciencia ciudadana.

Sí, aunque cueste creerlo, incluso los representantes de distintos países han sido freno para dinamizarlo y perfeccionarlo. Ha faltado voluntad política real, acciones concretas, abundando la voluntad política declarada.

En este sentido, los parlamentarios debemos cobrarles la palabra a los Presidentes de nuestros países, que en campaña hablan de promover y fortalecer la integración; y, claro, debemos colaborar para que ello se haga realidad,  lo que implica realizar tareas efectivas para minimizar los factores que se oponen al proceso.

Esa es la mirada del PARLATINO entendemos que corresponde a las Asambleas Legislativas la triple y fundamental función de legislar, fiscalizar y debatir los grandes problemas sociales.

Pues bien, se impone la estructuración de nuevas modalidades de diálogo con la sociedad civil, por parte de los Parlamentos, los Gobiernos y en general de los líderes políticos. Una participación más constructiva que reivindicativa, que marque un nuevo diálogo entre los legisladores y la sociedad civil basado en el logro de la participación de la ciudadanía y en general, en el proceso de desarrollo de cada país

Soy un convencido de que el logro de los objetivos nacionales de desarrollo, en términos de un desarrollo integral y autosustentable, requiere inevitablemente de la integración regional. Juzgo, y no creo equivocarme, que hoy día nadie puede considerar juiciosamente como válida una opción autárquica de desarrollo, ni siquiera en los países y economías hegemónicas, y la realidad así lo demuestra.

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