“Nadie entra y nadie sale”, afirmó el ministro de Salud Jaime Mañalich al anunciar el cordón sanitario en la comuna de San Pedro de la Paz, que ya se encontraba en “cuarentena preventiva” decretada por el alcalde, Audito Retamal.
A medida que más comunas, e incluso ciudades enteras, sean sometidas a restricciones más estrictas para evitar la propagación del virus, estimamos indispensable que el gobierno o el jefe militar de la zona en Estado de catástrofe, adopte protocolos que aseguren los centros de acopio o almacenamiento de medicamentos y artículos de uso médico, así como la cadena logística de distribución para que las farmacias estén convenientemente abastecidas.
El Gobierno debe dimensionar, ahora, lo crucial que es articular e involucrar al sector en su estrategia de contención del virus en las zonas decretadas bajo cuarentena. Además, de anticipar el correcto abastecimiento de medicamentos para los virus respiratorios del invierno.
De esta manera, podría estar evitando situaciones críticas como la que nuestro gremio enfrentó por estos días, con la decisión de distintos alcaldes que, adoptando medidas de cuarentena preventiva en sus comunas, ordenaron suspender o cerrar cierto tipos de comercio incluyendo a las farmacias que atienden dichas localidades. Siendo un contrasentido total al esfuerzo sanitario que las farmacias y sus colaboradores, abnegadamente, están tratando de sacar adelante estos días.
Tuvo la Controlaría General de la República, mediante un oficio emitido esta semana, rayar la cancha sobre las atribuciones de alcaldes durante el Estado de excepción.
En este oficio se informa que "(…) en estas condiciones, es necesario puntualizar que corresponde al Presidente de la República y a los jefes de la Defensa Nacional, según proceda, adoptar decisiones que signifiquen afectar derechos fundamentales en los términos que establece la normativa indicada, sin que competa a las municipalidades decretar medidas como las aludidas, que importan arrogarse atribuciones de las que carecen y mermar la unidad de acción necesaria para superar la crisis sanitaria y restablecer la normalidad constitucional".
En este contexto de desarticulación entre autoridades, se debiera ya haber generado guías o instrucciones para desarrollar nuestro trabajo.
Las farmacias, en forma responsable y proactiva, hemos dividido a los trabajadores en dos turnos de trabajo cada uno de 14 días de duración, que buscan disminuir la posibilidad de contagio de nuestro personal y, con ello, asegurar tener siempre abierta la farmacia. Lo haremos de acuerdo a los horarios que disponga la autoridad sanitaria y en cumplimiento de los turnos de farmacias, que corresponda realizar.
Este mecanismo nos parece una medida racional, sanitaria y eficiente, pues así prevenimos un cierre total por cuarentena de dar positivo algún colaborador, pudiendo la farmacia seguir trabajando ininterrumpidamente, sin amagar la posibilidad de acceso a medicamentos de la población, tal y como lo ha solicitado la autoridad.
Enseguida, estimamos muy interesante que el Instituto de Salud Pública (ISP) haya abierto la posibilidad de contar con el apoyo de estudiantes de último año de Química y Farmacia para apoyar la Dirección Técnica de la farmacia, así como la posibilidad de buscar apoyo a las funciones del auxiliar de farmacia en otros trabajadores, tales como bodegueros, cajeros y vendedores de perfumería.
Sin embargo, tales medidas sólo se contemplan para lograr cumplir con los turnos de farmacia. Previendo situaciones más complejas de desplazamiento y de contagio o cuarentenas preventivas, esperaríamos que esta medida fuera de aplicación general desde ya, mientras dure la pandemia.
Por otra parte, las farmacias, con directrices sanitarias claras por parte de la autoridad de Salud, podemos ser activos colaboradores en difundir y dar a conocer medidas de autocuidado y uso racional de medicamentos a la población.
Ya somos testigos de las primeras muertes por automedicación en el mundo. Un hombre en Estados Unidos consumió un ingrediente tóxico pensando que estaba tomando hidroxicloroquina, medicamento que el presidente Trump dijo podría servir para combatir los síntomas en personas con Covid-19.
Es importante recordarle a la población que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido que el COVID-19 no cuenta aún con un tratamiento específico. En una reciente circular de la Agencia Nacional de Medicamentos, del ISP, se vuelve a hacer hincapié en ello.
Del mismo modo, somos enfáticos en señalar que hemos adoptado el compromiso de reforzar el cuidado de la condición de venta de nuestros medicamentos.
En particular, de aquellos que la población ha entendido, a lo mejor erradamente, que sirven para combatir el Covid-19, lo que habla bien a las claras de la necesidad de difundir y dar a conocer a la población las medidas sanitarias adecuadas, pues la ola de rumores y noticias falsas es difícil de combatir.
Esta circunstancia comunicacional exige implementar campañas de información más fuertes y contundentes, según podemos apreciar día a día en nuestras farmacias.
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