La ventaja de recetar por DCI

La última encuesta CEP mostró que una de las principales preocupaciones que tienen los chilenos es la salud. Dentro de ese contexto, para nadie es ajeno que los medicamentos ocupan un lugar importante de esta preocupación. Por ello, es lógico que una de las principales leyes del sector salud que se está discutiendo en el Congreso sea la Ley de Fármacos II, y que uno de los aspectos centrales propuestos por el ministerio de Salud tenga que ver con que los médicos receten los medicamentos por el nombre genérico (la Denominación Común Internacional o DCI) y opcionalmente indiquen la marca del producto.

Entonces, ¿qué ganan los pacientes?

El paciente es el centro de la terapia, por lo tanto, debe conocer el nombre de los productos que está utilizando. Si el paciente tiene la información acerca del principio activo o droga que compone el producto que utiliza, podrá decírselo a su médico, evitando así la repetición de terapias, o lo que puede ser más grave, previniendo la aparición de reacciones adversas entre sus medicamentos. Esta situación es especialmente importante en pacientes que sufren enfermedades crónicas, losque necesitan permanentemente tres o más medicamentos distintos cada día.

Por otro lado, la receta por DCI facilita la intercambiabilidad de los medicamentos en la farmacia, dejando el poder de la decisión de compra en manos del paciente, ya que al conocer el nombre genérico, podrá exigir la información de las distintas alternativas que existen para ese mismo producto, decidiendo por el que sea más conveniente para su bolsillo. De esta manera, la receta por DCI facilita el acceso económico de los medicamentos a la población.

Se ha criticado por ciertos sectores que esta iniciativa no respeta la decisión del médico cuando receta un medicamento de marca, lo cual es falso. Es importante dejar claro que la terapia recetada por el médico y por ende, lo que consumimos, a la hora de enfrentar una enfermedad es una droga o principio activo, reconocido por su DCI en todo el mundo y no un medicamento con una marca de fantasía. De todas maneras, la propuesta del MINSAL no impide que se indique la marca, por el contrario, se hace cargo de esta premisa salvaguardando así el libre ejercicio de la profesión médica.

También se ha argumentado que en nuestro país no todos los medicamentos son de calidad. Esa afirmación también es falsa. En Chile, todos los productos farmacéuticos necesitan un registro sanitario para ser utilizados, el cual es otorgado por el Instituto de Salud Pública luego deun riguroso proceso de verificación de la calidad, seguridad y eficacia, por lo tanto, la iniciativa del Gobierno que posibilita que la receta indique el producto por su denominación común internacional, se hace cargo de las necesidades de los pacientes, empoderándolo y otorgándole mayores grados de información para que, en libertad, puedan tomar la mejor decisión en algo tan crucial como son los medicamentos para restablecer su salud.

En resumen, la propuesta de que los médicos receten los medicamentos por el nombre genérico solo tiene grandes ventajas que benefician directamente a la población. 

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