Deportistas por un sueño: el orgullo de ser "embajador de la vida"

Manuel José Errázuriz

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Hace algunos días, la Fundación Deportistas por un Sueño recibió un merecido reconocimiento de parte del Presidente Sebastián Piñera, quien destacó el trabajo que la institución realiza en favor de miles de familias con hijos que padecen enfermedades terminales y que, a través de distintas gestiones, han podido hacer realidad sus anhelos y sueños.

Su fundadora, Sandra Corrales, se dedicó al deporte de alto rendimiento por años. Obtuvo muchos logros en su disciplina -tiro con arco-, pero el mayor es el que ha llevado a cabo en los últimos años junto a los "embajadores de la vida" que ha designado a lo largo del país. Ella es la arquitecta de esta obra que construye puentes de amor y de conexión de voluntades. Quienes interpretamos las políticas públicas no podemos quedar ajenos, sino debemos sumarnos para aportar de acuerdo a las posibilidades y capacidades que nos entrega nuestro rol.

Para quienes no lo saben, en Deportistas por un Sueño trabajan con niños que padecen patologías con el peor de los desenlaces que puede afrontar una familia, ver partir a sus hijos. Muchas de esas historias son tan desgarradoras que se escapa de las manos toda opción de recibir una ayuda, si alguien no las visibiliza.

Como Minvu estamos conscientes de esta realidad y tanto el ministro Felipe Ward, Serviu y nosotros como seremi, nos hemos preocupado de ser un eslabón más en esta cadena de amor, contribuyendo con apoyar casos que la fundación nos ha presentado y que califican con urgencia para recibir toda nuestra ayuda. Nos gustaría dar más, pero las necesidades en Vivienda son realmente grandes y para aquello cuidar y velar por el buen funcionamiento de las políticas públicas es nuestro deber, y seguir en apoyo ante las necesidades más urgentes es una prioridad. Pero siempre queremos más, o al menos, ampliar ese rango a más personas.

Pero esto más allá de un presupuesto, es un tema de voluntad y saber escuchar. Este año, mediante subsidios de asignación directa, como Seremi logramos entregar 15 a familias cuyos niños tienen historias admirables de esfuerzo y superación. Además, en conjunto con Serviu Metropolitano les dimos apoyo técnico a las familias para saber cómo y en qué ocupar el beneficio.

Insisto, qué ganas de tener más posibilidades de apoyar este tipo de casos. Pero reconozco que la fuerza y entrega de la fundación ha permitido que se abran estos caminos. El trabajo mancomunado del Estado e instituciones sin fines de lucro y/o privadas siempre genera una sinergia con resultados positivos. La voluntad y la buena utilización de las herramientas y posibilidades en favor de quienes no saben cómo abrirse camino, es fundamental. Esto es parte de lo que como país debemos seguir potenciando.

Al igual que otros funcionarios del Minvu, me siento orgulloso de portar la camiseta de Deportistas por un Sueño como embajador de la vida. Ese honor no debe quedar solo en el papel, sino ser con mayor fuerza, un motivo de compromiso por brindar apoyo a la gran obra que realizan.