En un mundo donde las conexiones son esenciales, la seguridad y eficiencia del tráfico aéreo no solo son importantes para quienes viajan en una aeronave, sino que también son fundamentales para el desarrollo y bienestar de nuestra nación. El Estado ejerce la responsabilidad de mantener un cielo seguro a través de los controladores aéreos, quienes desempeñamos un rol crucial que asegura que millones de pasajeros lleguen a sus destinos de manera segura y puntual.
El 24 de junio recién pasado, nuestro colegio cumplió tres décadas dedicadas a la mejora continua de la profesión y a la defensa de los intereses de nuestros miembros. Durante estos 30 años, hemos alcanzado logros significativos que han beneficiado tanto a nuestros socios como a la sociedad en general.
La evolución de la aviación y la tecnología ha sido constante, y hemos adaptado nuestros métodos y prácticas para mantenernos a la vanguardia. No obstante, estos logros no son solo nuestros. Cada ciudadano se beneficia de un sistema de control de tránsito aéreo robusto y eficiente. Un sistema bien gestionado permite un flujo constante de turismo y comercio, impulsando nuestra economía y creando empleos. Además, la seguridad en nuestros cielos proporciona una tranquilidad que es esencial para la confianza pública en nuestra infraestructura nacional.
Esta conmemoración nos ha hecho reflexionar profundamente sobre la importancia de la unidad y la acción colectiva. El 2023, por ejemplo, fue un año especialmente significativo porque avanzamos con pasos concretos y logramos canalizar una democracia participativa y plena, reflejando fielmente las necesidades y deseos de nuestros socios.
También consolidamos la creación de una asociación de funcionarios dentro de la DGAC, conformada exclusivamente por controladores de tránsito aéreo y, paralelamente, vimos una reincorporación significativa a los registros del colegio, incrementada con la graduación de una nueva generación de controladores.
Sin embargo, también enfrentamos desafíos persistentes. Las movilizaciones que nos vimos obligados a realizar resultaron en un éxito, culminando en la firma de un documento de garantías en tres puntos clave: la falta de personal, la inversión en renovación de equipamiento y la obtención de incentivos que puedan mitigar los problemas operacionales que afectan nuestras remuneraciones.
Entre los temas pendientes en nuestra agenda para abordar con las autoridades, destaca la estructura de gestión de la aviación civil, actualmente radicada en el Ministerio de Defensa y no en el Ministerio de Transporte. Este aspecto es crucial para alinear mejor las necesidades del sector civil y comercial con la gestión del tráfico aéreo.
Estos logros y desafíos no son más que la continuación de una trayectoria de 30 años de lucha y progreso. Cada avance, cada obstáculo superado, es un testimonio del compromiso y la unidad que han caracterizado a nuestro gremio desde su fundación.
Al celebrar estas tres décadas, reafirmamos nuestra dedicación a la profesión y nuestro compromiso con la seguridad y el bienestar de todos los pasajeros. Estos 30 años son solo el comienzo. Con unidad y determinación, estamos listos para enfrentar los próximos desafíos y seguir construyendo un futuro seguro y eficiente para la navegación aérea en Chile. La seguridad aérea y la eficiencia del tráfico aéreo son beneficios que todos disfrutamos y que seguirán siendo una prioridad gracias al compromiso continuo y colectivo de nuestro gremio.
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