Comienza el 2021 y no cabe duda que el 2020 fue un año difícil. Nuestra salud, como pocas veces, fue tema recurrente y nos tuvo pendientes de medidas de prevención, higiene y cuarentenas. Partieron de esta existencia nuestros seres queridos y no siempre pudimos despedirlos como nos hubiese gustado.
Cambiaron radicalmente nuestras rutinas de trabajo y nuestros hogares se abrieron ante las cámaras de las videoconferencias. Se confundieron los horarios, no teníamos claro a qué hora empieza y termina nuestra jornada laboral. Tuvimos que desdoblarnos en los quehaceres domésticos, cuidado de nuestros hijos; adultos mayores y las obligaciones laborales.
Sin duda un año que recordaremos porque nos ha hecho pensar y, ojalá, redefinir nuestras prioridades. Hoy valoramos más a nuestros compañeros de trabajo, los hemos extrañado; apreciamos nuestro lugar de trabajo, nos permite concentrarnos sin distracciones. Hemos rescatado el valor del compañerismo y entendemos que cada ser humano que habita el planeta tierra está interconectado-al igual que los átomos- con el otro para poder vivir.
En nuestra función como Secretaria Regional Ministerial tuvimos que cambiar, la entrega de llaves de hogares por la entrega de cajas del programa "Alimentos Para Chile" en diversas comunas de la región durante los meses de junio y julio.
En todo lo relacionado con nuestros programas y en especial con el insigne de nuestro ministerio, "Quiero Mi Barrio", logramos realizar los primeros diálogos participativos con vecinos y dirigentes vecinales por primera vez mediante una plataforma de transmisión de video llamadas. Los diálogos nos permitieron seguir cerca de los vecinos y mostrarle que estamos comprometidos con nuestros programas, aunque estemos en pandemia.
También logramos digitalizar nuestra atención a la ciudadanía mediante nuestras redes sociales, en plataformas -como Twitter, Facebook e Instagram- donde pudimos resolver cientos de dudas de nuestros vecinos, logrando entender y empatizar con la angustia de todos los chilenos que ven al Ministerio de Vivienda como la oportunidad de poder tener un hogar.
En esta época del año parece que hemos olvidado un poco lo que hemos aprendido, que lo importante es demostrarnos afecto, que cuidarnos es cuidar a las personas que queremos. No olvidemos que un verdadero regalo es estar con nuestras familias, algo que siempre hemos dado por descontado, pero que este año tiene una significación especial.
Ojalá que este 2020 que terminó lo recordemos como un año que cambio nuestras vidas para bien. Como Minvu seguiremos trabajando porque las políticas habitacionales y urbanas sigan mejorando y lograr que todos los chilenos tengan su tan anhelado hogar.
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