Capitán Planeta de la web

Cuidar al planeta es una de esas modas buenas, que aparentemente no perduran, pero lo han hecho y lo harán, espero. Pero esa linda frase o concepto, se ha expresado de muchas formas, que potenciados con las redes sociales se han transformado en un arma efectiva, pero que al final de cuentas pocos las reconocen como tal.

¿De qué hablo? Hacer post educativos (como cuidar el ambiente, sobre la energía renovable), regalar o intercambiar ropa en vez de tirarla a la basura, ayudar a adoptar animales sin tener que pagar altos precios, y así con acciones similares y tal vez sin quererlo, los chilenos se han vuelto en nuevas sedes del Capitán Planeta, pero en la web.

Un gato blanco, uno peludo, tuerto o con una herida tan grande que no puede caminar, son todos una opción para aquellos usuarios que tienen una cuenta en Tumblr, Facebook o en Twitter y están en búsqueda de un compañerito para sus vidas.En esos muchos clicks conocí a RDA, quienes ayudan a toda costa y sólo usando las redes sociales como aliados.

RDA, se describe como un grupo humano de voluntarios, que no tiene apoyo gubernamental y sólo funciona a través de donaciones que utilizan para pagar cuentas médicas de rehabilitación de animales rescatados, vacunas y esterilizaciones para que después estos puedan ser adoptados en estado íntegro. Suena bien y lo hacen bien.

He visto acciones de todo tipo y entre esos usuarios que han recepcionado su labor, estoy yo. Me dieron a Suflito, uno de mis dos gatos y que hoy es parte de mi pequeña familia en el departamento. Pero no crean que el método de adopción es “llegar y pedir” entre el catálogo de muchos gatos o perros que buscan una mano humana amiga: la solicitud de adaptación es la forma tradicional y más segura que han diseñado.

La dinámica es simple, se necesita un filtro para entregar a los animales, es por eso que por ejemplo, piden que el humano a cargo tenga un hogar seguro, mallas para evitar caídas, espacio para que las mascotas puedan vivir, etc.

Pero la web tiene aún más instancias que crean conciencia: el cambio de ropa por ropa, ¿de qué hablo? De Tu Closet mi Closet. Este proyecto es sin una duda una apuesta entretenida; es ese toque que deja atrás el consumismo puro, para coquetear con el que antes conquistaba la tierra: el trueque.

El proceso es sencillo. Ingresas a la web www.tuclosetmicloset.com y luego debes sumarte a esta red de mujeres que disponen de ropa en buen estado para intercambiar. Y listo, el objetivo es renovar tu closet sin incluir un solo peso en ello.

¿Cómo se cuida el planeta con esta apuesta? Muchas personas tienden a tirar la ropa que no usan, (ni venderla es parte de sus planes porque involucra mucho trabajo para algunas mentes), porque entienden que es una estorbo, y obvio, no saben que ese proceso aumenta más la basura en el planeta. Pues bien, aquí una linda solución productiva.

Y sin duda, no me puede faltar mencionar el hermano mayor de todas las apuestas ecológicas: Veoverde.com.

El sitio creado por el equipo de Betazeta es uno de los pocos blogs chilenos que se dedica, desde una tribuna con bastante público - ya que Betazeta es una de las redes de blogs más importantes de Chile - a informar sobre el acontecer verde a través de noticias sobre reciclaje, energía, daño al medio ambiente, etc. El blog ya lleva un par de años encima y ¿cuál es la receta del éxito? Los tópicos y el estilo narrativo de cada texto. Es cercano y con información variada, suficiente para generar atracción.

Como ven, Chile crece en ese lindo desafío que es cuidar al planeta; de una u otra forma los blogueros se suman a la tendencia de generar un impacto en la gente y masificar esa gran idea.

Pero, ¿lograrán el efecto suficiente, como para inculcar en nuestro pueblo que deben tirar en el basurero para botellas plásticas sólo botellas plásticas?

Sinceramente creo que también se necesita un blog para evitar la flojera nacional, uno de los grandes problemas porque hoy, con todo los anuncios y ejemplos, muchos siguen ignorando que se puede ayudar sólo con recoger una boleta botada en la calle.