Chile y su apuesta por integración

Es probable que mucha gente piense que los eventos de la política internacional no tienen nada que ver con su vida privada, pero eso es un profundo error. De hecho, los fondos de pensiones - las jubilaciones de todos los chilenos - sufrieron el impacto del referéndum mediante el cual los británicos resolvieron abandonar la Unión Europea. Es así, la política internacional puede tener profundas consecuencias en lo doméstico.

A la luz del Brexit tenemos que aquilatar cómo lo estamos haciendo en América Latina y cómo estamos enfrentando la relación con los países vecinos, los aliados y la zona económica en la que nos movemos. La contienda legal que tenemos con Bolivia es un ejemplo más que claro acerca de las dos vías que podemos elegir: integración o aislacionismo.

Por estos días se desarrolla en Chile la XI Cumbre de la Alianza del Pacífico, conformada en 2011 por Chile, Colombia, México y el Perú, más dos países candidatos que son Costa Rica y Panamá. Es una alianza que busca crear un micro comercio e integración entre estas economías de cara a la gran cuenca del Pacífico, gracias a los acuerdos comerciales existentes entre los Estados que conforman el acuerdo.

La Alianza del Pacífico ya cuenta con un 92% de apertura arancelaria entre los países miembros (el resto se irá acomodando paulatinamente), lo que demuestra la decisión clara de los integrantes por generar una economía abierta, transparente y competitiva en la región.

Acá, las voces del aislacionismo no parecen ser las más adecuadas, ya que se ha entendido que las debilidades de unos pueden ser suplidas con las fortalezas de otros, dando a la alianza más oportunidades al sumar las ventajas y no exacerbar las complejidades.

Además, la Cumbre ha fijado su temario de reuniones centrado en temas que son de altísima trascendencia para todos los países que participamos del foro y que tienen que ver con medidas en favor de la PYME, la educación, ciencia, tecnología e innovación y la facilitación del comercio. Es decir, estamos hablando de temas de futuro que están íntimamente ligados a la creación de valor, la justicia y equidad en el acceso a la enseñanza y la ciencia, así como en la igualdad de oportunidades para distintos sectores productivos.

Y esto lo hacemos de la mano de países aliados que comparten una visión de desarrollo, integración, cooperación y ayuda mutua. Muchos otros países del área podrían ver en este tipo de mecanismos y foros, mejores opciones para asegurar el despegue de sus economías y el mejoramiento de las perspectivas de desarrollo hacia el futuro.

En Europa se abrió el debate acerca de terminar con la integración, pero ciertamente se trata de realidades geopolíticas y económicas muy distintas a las que enfrentamos en el Cono Sur.

La Alianza del Pacífico no es una mera mesa económica o comercial, ya que lo que se está tratando de potenciar más allá de la integración económica y financiera, es la innovación y el rol que le caben a las empresas en el proceso de innovación económica y social.

Una alianza en torno a intereses comunes, como la que impulsamos en esta Cumbre, es una herramienta enormemente poderosa para enfrentar problemas profundos que nuestras economías aun no pueden resolver, como es la persistencia de bolsones de pobreza, inequidad en la repartición de la riqueza o pobres niveles de innovación y tecnología. Estamos trabajando para aprovechar nuestra vocación de economías abiertas y competitivas, para que la cooperación sea nuestra estrategia de desarrollo, inclusión, transparencia y soporte mutuo. 

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