La pequeña caída de desempleo no debiera poner paños fríos ante la situación que atravesamos. Si bien según el último estudio del Instituto Nacional de Estadísticas, la tasa de desocupación en Chile se estimó bajo los dos dígitos -por primera vez tras 16 periodos de estar aumentando sostenidamente y sobre los dos dígitos- todavía queda por recuperar cerca de un millón de empleos destruidos por la pandemia.
Más allá de eso, se congela la creación de empleo y, además, la tasa de ocupación informal se situó en 26% creciendo 3,6 puntos porcentuales en 12 meses. Los ocupados informales aumentaron 30,8% incididos, tanto por los hombres, en 28,5%, como por las mujeres, en 34%.
Entonces conocemos que el Ministerio de Hacienda convocó una comisión de expertos que tiene como fin la evaluación y propuesta de mejora de los instrumentos para la recuperación de empleos. Es una tarea crucial, aunque ponderada con retraso. Hoy urge un esfuerzo en este aspecto, que responda a la necesidad de reactivación como lo propusimos desde la oposición hace más de un año atrás.
No sólo eso, en abril pasado advertimos que los subsidios a la contratación laboral han sido una insuficiente respuesta. La política gubernamental ha estado centrada exclusivamente en promover este tipo de medida, como continuación de ley de protección del empleo, nuevas contrataciones vía subsidio al empleo Sence en ley de presupuesto 2021 y los subsidios al empleo para jóvenes y mujeres ya legislados. Sin embargo, hasta abril, estos subsidios al empleo tuvieron bajo nivel de colocación.
Vemos en la prensa que "el agresivo plan de estímulos al empleo" considera mejorar los programas ya presentados en materia de subsidios, como el destinado a incorporaciones laborales, el dirigido a situaciones de trabajadores suspendidos y el ideado en caso de trabajadores al cuidado de sus hijos menores de dos años. Pues bien, ello luego que hace meses planteáramos justamente estas mejoras en el marco de la ejecución presupuestaria correspondiente al Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence).
Es claro y urgente apoyar la reinserción laboral femenina. Y en concreto, es crucial ampliar la cobertura del Subsidio Protege para financiar cuidados infantiles que apoyen la reinserción laboral femenina que sufrió un indesmentible y fuerte retroceso en materia de participación laboral. Eso implica un subsidio de mayor monto que los 200.000 pesos mensuales -debiera a lo menos duplicarse-, por ejemplo y ampliar su cobertura para que accedan las mujeres que están buscando empleo, y no sólo las con contrato, por ejemplo.
Medidas contempladas en análisis y balance que el Ejecutivo conoce hace un tiempo, junto con la insistencia de implementar el Plan Salvataje a Pymes presentada en la "propuesta de mínimos comunes".
Reactivar el mercado laboral es el único camino para asegurar ingresos de las personas de manera autónoma y aquello no fue un factor movilizador del Gobierno, sino hasta ahora. Más vale tarde que nunca. Sobre todo, considerando que surgen voces oficialistas que exigen extender la ayuda sanitaria -lo que sigue en la línea de superar la crisis con medidas populistas y de corto plazo- o bien aquellas propuestas de reemplazar el IFE por un bono laboral de emergencia, ante la premisa de sectores económicos que piensan que las personas no quieren salir a buscar trabajo porque prefieren recibir los bonos.
Sin ahondar en lo desafortunada de esa apreciación, para avanzar, recuperar el tiempo y empleos perdidos, creo que la opción es recoger y considerar las propuestas serias en esa materia.
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