Una moneda digital para Chile
El Banco Central puso en la agenda la posibilidad de que Chile tenga finalmente una moneda digital que se haga cargo de los vertiginosos avances tecnológicos de los últimos años en el proceso de pagos minoristas.
Esto puede generar dos grandes preguntas, producto de una eventual confusión en el público general. Una es si el Banco Central está buscando ingresar al mundo de las criptomonedas, como lo hizo el presidente Bukele de El Salvador, y la otra es si está buscando reemplazar de una vez el dinero en efectivo, es decir, los billetes y las monedas. Dicho así, no es ni lo uno ni lo otro.
El documento llamado "Emisión de una Moneda Digital del Banco Central de Chile", que publicó el pasado miércoles 11 de mayo es, como señala su contenido, un primer informe y una evaluación preliminar para dar punto de partida a un proceso que tiene múltiples complejidades y que requerirá varios años de estudios, evaluaciones y pruebas piloto.
Partamos entonces diciendo que no está en el horizonte inmediato la emisión de una moneda digital. Lo que sí parece estar haciendo el Banco Central es presentar una alternativa a las criptomonedas que permita mantener la estabilidad del sistema financiero y evitar alteraciones que le hagan difícil implementar la política monetaria que permite alcanzar una inflación baja y estable.
Las criptomonedas fueron concebidas como dinero virtual no emitido por bancos centrales y que pretende ser un medio de pago ajeno a los bancos comerciales. Aunque hay miles de millones de dólares en transacciones, estas monedas -de las cuales la más conocida es el Bitcoin- siguen siendo percibidas como instrumentos de inversión especulativa y no logran constituirse como un medio de pago eficiente, rápido y confiable.
El Banco Central emite dinero para pagos minoristas, que son los billetes y monedas, y para transacciones mayoristas, que son las transacciones con los bancos comerciales, los únicos que tienen cuenta corriente en el instituto emisor.
Los bancos, a su vez, crean dinero a través de sus créditos, pero es un dinero en cantidades reguladas y supervisadas por el Banco Central y la Comisión para el Mercado Financiero.
Lo que conocemos hoy como dinero digital son los pagos que se realizan con tarjetas de débito o crédito y las transferencias bancarias, además de ya varias aplicaciones que permiten pagos desde un dispositivo móvil. Pero cuando alguien hace un pago por estas vías, es porque tiene dinero depositado en una cuenta corriente o depósitos a la vista.
Esto ha multiplicado las transacciones digitales, que han aumentado exponencialmente -en especial durante el período más duro de la pandemia- aunque, curiosamente, no ha significado una disminución paralela del dinero en efectivo. Esto último, porque parece haber mucha gente que prefiere tener billetes y monedas bajo el colchón.
Lo que está detrás de la creación de una moneda digital es que el Banco Central emita billetes, monedas y MDBC (Moneda Digital del Banco Central), lo que puede traer grandes beneficios, pero a la vez múltiples desafíos y riesgos.
Algunos ejemplos contenidos en el documento son el desarrollo de una mayor innovación tecnológica para los medios de pago, pero a la vez, que el público en general tenga pleno acceso a conectividad digital; que los datos personales estén debidamente protegidos y que se puedan enfrentar eventos como catástrofes naturales y ataques de hackers.
Por eso no es algo fácil, ni es algo inminente. Como dice el documento, es un primer paso para abrir una conversación entre actores interesados y seguir evaluando esto que ya está siendo estudiado por 87 países en el mundo. Y para dejarlo absolutamente claro, el documento dice: "No está en la agenda del Banco Central de Chile eliminar la emisión de circulante". O sea, no se van a eliminar los billetes, ni las monedas.
Es de esperar que todo esto se tome como lo que realmente es, es decir, un avance para hacerse cargo de la evolución tecnológica y no para poner el grito en el cielo pensando que los billetes y las monedas serán solamente de colección.
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