Con mucho orgullo puedo decir que hemos cumplido un compromiso que no es menor. Me refiero a la reciente entrega a la comunidad, y muchas instituciones y organizaciones de la sociedad civil vinculadas a la montaña, del primer Catastro Fiscal de Montañas, elaborado íntegramente por nuestro ministerio de Bienes Nacionales.
Este sin duda, es un paso importante, y es parte de la construcción del diálogo entre el Gobierno y la ciudadanía. Hoy por primera vez en la historia de nuestro Ministerio, cualquier ciudadano(a) podrá conocer mejor la propiedad fiscal administrada en el sector de montaña en todo Chile, sus características, historia, tipo de geografía y también los planos de este territorio, el que a su vez, comprende nada menos que el 70 por ciento de toda la propiedad fiscal.
Sin embargo, este importante avance para nuestras políticas públicas, como a su vez para toda la ciudadanía, también fue posible gracias al apoyo el año 2012, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que publicó un Diagnóstico Nacional de Montaña para Chile, en el marco del fortalecimiento de la gestión participativa para el desarrollo sostenible de los Andes.
Nosotros como ministerio de Bienes Nacionales, administramos los bienes fiscales de todas y todos los chilenos, es por ello, que es de gran importancia conocer cómo se distribuye la propiedad fiscal en los ambientes de montaña. Nuestra administración comprometió avanzar en el análisis y conocimiento de los ambientes de montaña dentro del Catastro Nacional de los Bienes del Estado y cómo se distribuye en el territorio nacional, y la entrega de este Catastro a la comunidad es parte de nuestro compromiso.
El Catastro precisa que Chile continental posee 74.900.000 hectáreas aproximadamente, de las cuales 47.767.300 hectáreas, equivalen a superficie de montañas.
De estas, 29.161.268 hectáreas aproximadas son fiscales y se ubican en terrenos o ambientes de montaña, de las que la mayor parte se encuentran en las zonas extremas del país.
Hay que precisar que en la zona central, la propiedad de montañas está principalmente bajo la administración de la CONAF, en las categorías de Parque y Reserva Nacional.
Nuestro compromiso con la protección y administración del medio ambiente ha sido decisivo a la hora de implementar políticas públicas con una mirada de futuro.
Es por ello que seguimos trabajando en la Red de Parques de la Patagonia, que constituye un aporte innegable para nuestro país, como también la protección de nuestras reservas naturales, y en contribuir con propiedad fiscal para la puesta en marcha de proyectos para Energías Renovables no Convencionales (ERNC), en donde gracias a la decidida apuesta de la Presidenta Bachelet, somos líderes como país en América Latina y el Caribe.
Tenemos aún grandes desafíos en materia de protección, administración y visión de futuro de las áreas en los ambientes de montaña, porque estamos conscientes que este territorio nos entrega grandes beneficios como la provisión de agua, la purificación del aire, la formación de los suelos, y todo los que se denomina servicios eco sistémicos. Sin dejar de tomar en cuenta, que la montaña, también es un espacio de recreación, de reencuentro con la naturaleza y la belleza de nuestro entorno.
Los chilenos y las chilenas nacimos junto a la montaña, este gigantesco abrigo natural que es parte de nuestra cultura y forma de convivencia.
La montaña también ha sido parte de nuestra riqueza y es para nuestros pueblos originarios, un lugar sagrado de convivencia armónica con el entorno natural.
Como seres humanos de este tiempo debemos seguir esta huella, y como Estado, seguir administrando este maravilloso territorio, en beneficio de todos(as) los(as) ciudadanos(as) del país.
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