El Presupuesto es más que plata

En un esfuerzo de meses y tras largas jornadas de trabajo, acuerdo y debate, logramos aprobar el Presupuesto 2018, que tendrá como principal énfasis, hacerse cargo de cumplir los compromisos que el país y en particular el Gobierno había comprometido. Hay temas que son urgentes, como la situación que enfrenta el SENAME, la gratuidad o la continuidad del plan de obras en salud.

Los ajustes que se hicieron al Presupuesto que envió al Gobierno, no tocaron la estructura general y el crecimiento proyectado del 3,9. Lo más importante: tampoco se aumentó el gasto fiscal para financiar el mayor número de parlamentarios, lo que da cuenta de la voluntad del Congreso por mejorar la gestión y la transparencia y credibilidad de esta función.

Y cuando parte de la campaña electoral de la segunda vuelta se refleja en los constantes ataques de la derecha, acusaciones absurdas de intervencionismo, es bueno recordar por qué es tan importante para nosotros defender lo que se ha hecho.

En materia de educación, el presupuesto de $10.413.859 millones representa un incremento de 6,3% respecto del año anterior. Esto es más que una fría cifra, se trata de que vamos a cumplir con el aumento de la gratuidad establecida en la ley de inclusión con lo que se podrá beneficiar a más del 85% de la matrícula financiada por el Estado.

En el problema de la infancia, gracias a la presión del Congreso se logró disponer 4 mil millones de pesos adicionales para el sistema de protección de menores que en total representarán unos 323 mil millones de pesos para los programas destinados a menores. Con los recursos adicionales se financiarán 2.148 plazas adicionales en el Programa de Reparación de Maltrato, por ejemplo.

Y sí, podríamos seguir enumerando áreas clave y centrales para el desarrollo de las familias y los territorios, como el acuerdo al que llegamos para fortalecer los programas de Agua Potable Rural que contaba originalmente con $75.433 millones, y que se aumentó en $27.000 millones adicionales.

Pero el Presupuesto es más que cifras, más que plata, más que acuerdos. El Presupuesto es una forma de mirar el país, de entender sus urgencias y de gestionar las dificultades.

Nosotros aprobamos un presupuesto que es responsable y que busca apuntalar la economía y el crecimiento que ya está dando muestras concretas de reactivación hace rato. El Índice de Producción Industrial de un 5% en 12 meses, muestran que Chile ya viene creciendo y es hora de tomar medidas para cuidar y resguardar ese crecimiento.

Aprobamos un presupuesto en el que se aseguró la gratuidad y muchos otros programas y beneficios sociales que la gente quiere y necesita que sean mantenidos y defendidos en el tiempo. Sería terrible que un retroceso prive de derechos que ya están conquistados, a las familias que ya reciben estos beneficios.

Las prioridades del Presupuesto están sobre la mesa: salud, educación, niñez vulnerada, vivienda y muchas otras áreas, donde el 69,4% del Presupuesto total de la nación es inversión social.

Es el sello que le dimos al erario, el sentido que tiene un gobierno de mirada progresista que cree que lo mejor para un Chile que se pronunció mayoritariamente por esta visión, es que continúe un gobierno de signo progresista. Es cosa de sumar.

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