Resolver las listas de espera, nuevo enfoque

En prácticamente todos los países del mundo se evidencian problemas con las “listas de espera” para una consulta médica o una intervención quirúrgica. Los largos tiempos de espera para tratamientos electivos de especialidad tienden a encontrarse en naciones que combinan aseguramiento público en salud con cero o muy bajo copago para los usuarios y brechas de capacidad de oferta. En tanto, los países sin tiempos de espera tienden a tener un mayor gasto en salud y alta capacidad hospitalaria.

Se considera que una persona se encuentra en lista de espera desde el día en que se genera la interconsulta a especialidad o se indica intervención quirúrgica, situación que no es de urgencia ni riesgo vital, pero evidentemente debe ser resuelta en el menor plazo posible.

Ahora bien, si queremos hablar seria y profundamente sobre tiempos de espera, que es lo que le importa a los ciudadanos, debemos ser capaces de abrir un debate con altura de miras y sobre políticas de Estado.

Los tiempos de espera son el resultado de cómo se administra un sistema de salud y prioriza sus acciones con eficiencia, pero también son consecuencia del desbalance estructural entre una demanda cada vez más creciente, que no se ha logrado resolver en los niveles de la red que corresponden, y una oferta que no necesariamente crece de la misma forma por razones variadas, como recursos financieros, capacidades y también de gestión.

Más aun, son un reflejo de la desigualdad existente en nuestro país, cuyo rostro más amargo es la inequidad en salud.

El AUGE priorizó legalmente el 70% de la carga de enfermedad de salud del país, por tanto para resolver los tiempos de espera para consultas y cirugías que no corresponden a situaciones urgentes en el momento de incorporarse a las listas de espera, lo que se requiere es tener una mirada de gestión sobre el sistema en su conjunto y no estrategias fragmentadas.

Esta mirada y todas sus acciones deben realizarse de cara a la ciudadanía, enfrentando con valentía y coraje la situación que experimenta un sistema de salud.

Es así como en el Gobierno de la Presidenta Bachelet se han abordado decididamente las listas de espera que encontramos al inicio de su mandato, poniendo el foco en reducir los tiempos de espera por una consulta nueva de especialidad, ya sea médica y dental o una cirugía, entendiendo la salud como un derecho de las personas, y no como un bien de consumo.

Se ha reconocido la importancia de la espera para los pacientes, y por ello en el ministerio de Salud trabajamos desde un comienzo en un Plan de reducción de tiempos de espera que va de la mano de todas las estrategias implementadas en el Plan de Gobierno de la Presidenta Bachelet

Entre otras metas, incremento de programas de resolutividad de atención primaria con foco en salud bucal en diferentes momentos del ciclo vital y en Más Adultos Mayores Autovalentes, incremento del acceso a medicamentos para la compensación de las enfermedades crónicas (FOFAR), aumento de médicos en etapa de destinación y formación en la atención primaria,etc.

Así también se ha logrado acrecentar la tasa de consultas en el nivel primario de atención, disminuyendo la derivación hacia los especialistas de los hospitales. Formamos más especialistas y estamos dotando a las redes de un mayor número de ellos, de mejor equipamiento, de mayor número de camas, sobretodo camas críticas y de cuidados medios.

Un punto muy relevante es haber fortalecido un modelo de Integración de las Redes Asistenciales (RISS) que permite disminuir la fragmentación, que es la mayor enemiga de la eficiencia en salud, y mejorar la capacidad de resolver problemas de forma más cercana al domicilio de las personas, con el fortalecimiento de la telemedicina y la salida de los especialistas hacia los hospitales de menor complejidad, pero que actualmente están equipados con tecnología de punta para resolver los problemas de salud.

Hemos insistido en la eficiencia de las redes, aumentando el control tanto de la programación médica como del uso de los quirófanos, además de optimizar la relación con el sector privado de salud.

Sin duda, aún no logramos tener los tiempos aceptables de espera que todo habitante de nuestro país merece, pero comenzamos transparentando las cifras que nunca se habían revelado a la opinión pública y luego aplicamos estrategias en red que aunque todavía no tienen todos los resultados que deseamos, claramente van en la dirección correcta.

Es así como en el Gobierno de la Presidenta Bachelet, se ha reducido el tiempo de espera para una consulta nueva de especialidad médica en 208 días promedio y en 71 días para una intervención quirúrgica.

Hasta la creación de la Comisión asesora de tiempos de espera integrada por 9 expertos salubristas convocados por el MINSAL, el foco había estado puesto en la antigüedad de la lista de espera, dado que nos encontramos con pacientes esperando una cirugía por 12 años, situación que ya ha sido resuelta. Por sobre la antigüedad, sólo habíamos priorizado desde el año 2016 a los niños y niñas del SENAME, entendiendo que se trata de nuestra infancia en situación de mayor vulnerabilidad. Y en esos casos, definimos tiempos de espera menores y hemos logrado resolver el 85% de la lista de espera de estos niños, niñas y adolescentes.

La Comisión médica asesora ministerial sesionó durante 90 días, analizando información de los procesos de derivación, datos del Repositorio Nacional de Listas de Espera No GES (RNLE) y de las Garantías Retrasadas GES, conociendo experiencias de innovación en gestión de tiempos de espera y teniendo acceso a todos los documentos de la Glosa 06 desde el primer informe del período enero a septiembre de 2011.

A partir de las conclusiones del informe entregado, se decidió profundizar estrategias que la Subsecretaría de Redes Asistenciales ya había iniciado, e implementar otras sugeridas por la Comisión.

Desarrollo de un nuevo sistema informático de gestión de tiempos de espera (SIGTE). Se implementa en reemplazo del actual Repositorio Nacional de listas de espera, que dejará de funcionar a partir de febrero de 2018. Esta decisión ya había sido tomada por el MINSAL a comienzos de año y fue ratificada  por la citada comisión.

Se solicitó a FONASA insistir en la búsqueda de un segundo prestador antes del vencimiento de una garantía de oportunidad GES.

A partir de febrero de 2018 se comenzará a implementar un sistema de algoritmo de Urgencia que permitirá priorizar según 8 condiciones clínicas - que incluyen la antigüedad en la lista de espera - a los pacientes que deben ser atendidos antes. Hoy estamos en condiciones de realizar esto, gracias al trabajo efectuado en estos últimos 4 años.

La atención de salud es un continuo y no debe ser enfrentada por periodos de Gobiernos sino como un tema de Estado.

Dado todo lo anterior, la mirada sobre la experiencia de los países de la OCDE, así como la historia de gestión de las listas de espera en nuestro país y el desarrollo de este Repositorio Nacional que hasta el día de hoy es la información oficial para todos los organismos del sistema público, el desafío que enfrentamos es mayúsculo.

Requerimos informar con transparencia a la ciudadanía y al Estado sobre la situación real de las listas de espera de nuestro país, junto con elaborar estrategias que permitan resolver el escenario actual  y sobretodo instalar medidas de fondo a largo plazo, que efectivamente permitan que los tiempos de espera concuerden con la necesidad de tratamiento del paciente, con su prioridad y situación clínica, que éstos sean conocidos y aceptados y que, finalmente, un registro perfeccionado sea un insumo para la toma de decisiones en el marco de la creación de futuras políticas públicas que conduzcan a hacer de la salud un derecho para todos los habitantes de nuestro país. 

En esto hemos trabajado durante estos 4 años, confiados de estar en la dirección correcta y en que los esfuerzos realizados serán profundizados por el bienestar de nuestra población.

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