La inclusión laboral de personas en el espectro autista constituye uno de los grandes desafíos que tenemos como sociedad. Si bien en Chile no existen datos estadísticos oficiales respecto a la tasa de participación laboral de personas TEA, cifras internacionales (Universidad de Drexel, 2015; y Autismo Europa, 2014) estiman que la tasa de desempleo de esta población es de al menos 70%. Esto producto de las diversas barreras para acceder al empleo que enfrentan las personas con esta condición. Algunos mitos como la percepción arraigada del autismo como una condición exclusivamente infantil o los estereotipos dificultan significativamente sus oportunidades de inserción laboral, un aspecto crucial en la vida de una persona, que no solo proporciona independencia económica, sino también realización personal.
Por una parte, con frecuencia se hace referencia a los "niños autistas", e incluso las estadísticas tienden a enfocarse en este segmento etario. Lo cual lleva a la errónea creencia de que el autismo es una condición de la infancia, sin embargo, la realidad es que el autismo perdura a lo largo de toda la vida de la persona. Por tanto, este enfoque limitado ha dejado invisibilizados a muchos adultos con autismo que desean y pueden acceder a un empleo.
De la misma manera, los medios de comunicación han desempeñado un papel relevante en la percepción de la sociedad hacia el autismo. A menudo, se ha creado un estereotipo de persona autista que no refleja la diversidad y complejidad del espectro, generando prejuicios que limitan su incorporación al mundo laboral por desconocimiento e incomprensión de la variabilidad de esta condición.
La inclusión laboral en las empresas no solo es beneficiosa para la sociedad, sino que también genera un impacto positivo en las propias organizaciones y sus resultados. Así lo demuestra el estudio "Inclusive Hiring Works", realizado en 2023 en Canadá, o el artículo "Neurodiversity as a Competitive Advantage" (Harvard Business Review, 2017), los cuales analizaron el impacto de la contratación de personas autistas, evidenciando que su inclusión en el lugar de trabajo puede ser una ventaja competitiva para las empresas, reconociendo que la diversidad de pensamiento genera innovación y aumenta la productividad dentro de estas. Asimismo, las personas autistas muestran una menor rotación laboral, menor ausentismo, un desempeño laboral promedio o sobre lo esperado, en comparación a sus compañeros, y generan un impacto positivo en las ganancias, ya que clientes y consumidores prefieren compañías que cuentan con equipos diversos y tienen un compromiso con la inclusión laboral.
Finalmente, al priorizar la inclusión no solo cumple con obligaciones legales, y el fomento de una sociedad más justa y equitativa, sino que también genera a las empresas, en un mundo globalizado y multicultural, la oportunidad de contar con un equipo de trabajo diverso y talentoso, lo cual es esencial para adaptarse y responder a las necesidades de una sociedad en constante movimiento.
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