Richard Nixon. Alberto Fujimori. Margaret Thatcher. Fernando de la Rúa. Hosni Mubarak. Theresa May. Pedro Pablo Kuczynski. Silvio Berlusconi, Presidentes o Primeros ministros que renunciaron por el clamor popular: corrupción, mala gestión, desaprobación, fueron algunas de las razones.
Y hoy en Chile tenemos a un Presidente que en cada sondeo aparece con mayor rechazo, que en la llamada “encuesta más seria del país”, la CEP, tiene solo un 6% de aprobación, y que en cada festival, recital, evento deportivo o marcha, provoca que la gente de forma mayoritaria coree su renuncia.
Así es.
No es solo en las marchas. También en los estadios de fútbol, en el Festival de Olmué, en las manifestaciones callejeras, todas y todos gritan a todo pulmón, ¡renuncia Piñera!
No recuerdo que esto haya ocurrido con otro mandatario.
Sí ocurría durante los últimos años de la Dictadura, cuando todo un pueblo exigía la renuncia de Augusto Pinochet.
¿Y cómo responde Piñera? Con más leyes represivas, con cárcel para el que marcha, para quien se manifiesta, buscando que se establezca por ley que puedan salir las Fuerzas Armadas cada vez que se le ocurra.
Sigue sin entender nada.
Hablando de Tiempos Mejores, que se vuelven Tiempos Peores, ufanándose de la tranquilidad del Oasis de Chile, que luego se moviliza como nunca antes; asegurando que Estamos en Guerra y culpando luego a los K-Pop; denunciando como algunos se aferran al Poder, pero usando a las FFAA para mantenerlo; criticando el nepotismo, pero poniendo a su primo de Ministro y manteniéndolo vigente pese a que fue acusado constitucionalmente.
Y por cierto, siendo responsable de que 359 chilenos y chilenas hayan sufrido un trauma ocular grave, la mayoría perdiendo la visión de uno de sus ojos.
Por ello presenté una querella criminal por delitos de lesa humanidad en su contra, por la que arriesga hasta 20 años de cárcel.
¿Pero que es lo que quiere la gente, la mayoría de los chilenos y chilenas?
Que renuncie. Eso no está en discusión.
Pero el pueblo también exige que renuncie la clase política, todos los parlamentarios, senadores y diputados, que según la misma CEP, solo tienen un 3% de aprobación, lo que por cierto invalida la Convención Mixta.
Que la nueva Constitución nazca con nuevas caras, y solo permitiéndose el aporte de quienes llevan años trabajando por y para la ciudadanía, quienes de verdad se lo merecen.
Por ello el 23 de octubre pasado, solo unos días después del inicio del estallido, puse mi cargo a disposición, en la sala del Senado dije, “si no se logra avanzar al fondo de los problemas, elecciones anticipadas y nos vamos todos; estoy disponible para irme ahora de este Senado porque creo que el Senado carece de legitimidad, el Gobierno carece de legitimidad, y como el Presidente Piñera ha dicho a muchos presidentes de América Latina que se aferran al poder, yo le digo: Presidente Piñera, no se aferre al poder, si no es capaz de resolver la crisis, renuncie, llame a elecciones anticipadas, pongamos todos nuestros cargos a disposición. Estamos cuestionados y queremos seguir aferrados al poder. Si no somos capaces de resolver esta crisis, ¡elecciones anticipadas ahora!, todos disponibles para el juicio popular, no nos aferremos al poder, hagámosle caso al pueblo, a la ciudadanía”.
Y hoy, luego del brutal diagnóstico de la CEP, varios parlamentarios y parlamentarias se han sumado a mi llamado a renunciar. Elecciones anticipadas.
Es lo que exige el pueblo chileno.
Que renuncie Piñera. Y renunciamos todos.
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